Ourense y Lugo perderán más del 11,1 y 10,5% de su población, respectivamente, en el periodo 2020-2035 de mantenerse las tendencias demográficas actuales, mientras que en A Coruña y Pontevedra las caídas serán del 5,7% y 4,8%.

Según el Instituto Galego de Estatística, la población gallega se reducirá un 6,6%, lo que significa 178.257 ciudadanos menos. El responsable es un saldo vegetativo negativo de 111.326.