Los 140.000 millones de euros del Fondo Europeo de Recuperación que estarán a disposición de los países miembro de la Unión Europea para hacer frente a la crisis económica desencadenada por la pandemia del covid-19, son una gran oportunidad para sobreponerse y también alcanzar un mayor grado de integración y equidad del tejido productivo.
Los proyectos vinculados a la digitalización, la ecología o la cohesión social tendrán preferencia, pero, eso no significa que en aquellos países con “desarrollos” pendientes, éstos no puedan financiarse. ¿Cómo impulsar un cambio de modelo energético o la economía circular en España con infraestructuras ferroviarias decimonónicas en el Noroeste? ¿Acaso no nos asiste el mismo derecho a ser competitivo, moderno, sostenible y tecnológicamente avanzado que otros territorios?
El Corredor Atlántico ferroviario de mercancías es una reivindicación histórica y prioritaria. No es un capricho ni un asunto de última hora.
Hace años que la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP) dio la voz de alarma por el olvido de incluir el Noroeste Peninsular en el desarrollo de esta importante infraestructura, al constatar que las preocupaciones y las prioridades de algunos políticos eran otras.
El citado corredor llegaba hasta Algeciras, pasando por Madrid, sin rozar el océano que le da nombre. Fuimos muchos los que elevamos el tono y buscamos alianzas: denunciamos esta injusticia con el Noroeste de la vertiente atlántica. Esta esquina del mundo, simplemente, no existía. No era importante, ni su tejido productivo, ni había necesidad alguna de conectar a sus habitantes o empresas con Europa.
Pero insistimos. Y dado el tamaño de la injusticia, del agravio y del aislamiento, a nuestra voz se fueron sumando otras, las de organizaciones empresariales y sindicales, entidades públicas y privadas de toda índole y las de los 3 gobiernos autonómicos de Galicia, Asturias y Castilla y León.
Y nos oyeron. En diciembre del 2017 se logró que el Ejecutivo nacional solicitara la inclusión del Noroeste.
No bajamos la guardia. Defendí personalmente la inclusión del noroeste peninsular en el Corredor ante el Presidente de Portugal, en la Cumbre Hispano-Lusa celebrada en CEOE en abril de 2018. Conseguimos la aprobación en Bruselas de la ampliación de los trazados, en junio de 2018.
Tampoco entonces nos detuvimos. La CEP se sumó a la Plataforma Atlántico Noroeste (PAN) como gran lobby de empresarios y CCAA de Asturias, Galicia y Castilla y León en julio de 2018. Después, gobiernos y empresarios de Galicia, Asturias y Castilla y León impulsamos el Encuentro para el Impulso del Corredor Atlántico Noroeste de enero de 2019 en la Ciudad de la Cultura.
Y continuamos vigilantes, respondiendo a todas aquellas manifestaciones que puedan significar agravios a nuestro territorio, como las recientes del Ministro Ábalos, en las que dice que su apuesta por el Mediterráneo se basa en que “hay una realidad a la que se debe dar salida que en otros casos habría que inventar”, en clara alusión al Corredor Atlántico.
Nos mantenemos firmes y centrados en esta reclamación. Recientemente, Gonzalo Caballero, secretario Xeral del PSdG, declaraba que “hace falta un empresariado que respalde el Corredor Atlántico como en el Mediterráneo”.
En eso estamos, Sr. Caballero. Desde hace tiempo. Y estamos abiertos a la suma de sinergias que contribuyan a alcanzar este objetivo.
También apuntaba usted que parte del problema era que las más grandes empresas de Galicia no utilizaban este sistema de transporte. Difícilmente es posible sacar partido de una infraestructura que no existe. No se puede mejorar la cadena logística y reducir costes, incrementar la competitividad de nuestro tejido productivo y rentabilizar una inversión si primero no se hace. C
omo ya hicimos en su momento con el Sr. González Laxe, estaremos encantados de explicarle la trayectoria de la CEP a favor del Corredor Atlántico y otras muchas infraestructuras fundamentales para el progreso de Galicia.
Quizás si conociera mejor nuestro trabajo, podría ayudarnos a reclamar que las administraciones públicas doten de los recursos suficientes, por ejemplo a través de los Presupuestos Generales del Estado, para que Galicia supere su condición periférica y su aislamiento, además de dinamizar su economía y garantizar las oportunidades a las futuras generaciones.
*Presidente de la CEP
