Los ejes de la política rural e la Xunta el año que viese estarán marcados por la lucha contra el fuego y con el impulso al sector primario para superar la crisis causada por la pandemia. En el primer ámbito, el conselleiro del ramo, José González, destacó como pilares la construcción de un centro integral en Toén (Ourense) de formación de brigadas antiincendios, un borrador de la nueva ley de prevención –que reforme la de 2007–, áreas productivas que supongan una barrera natural frente a las llamas y el uso de más drones en los montes.

El dirigente compareció ayer en comisión parlamentaria para exponer las cuentas de su departamento para 2021. Sus recursos crecen casi un 9% hasta los 585 millones de euros, cuarto departamento con mayor volumen de recursos.

Ese centro integral para la lucha contra los incendios en Toén busca convertirse en un lugar de “referencia europeo”, que será “eminentemente práctico”, por ejemplo, con un circuito para motobombas, según avanzó ayer, informa Europa Press.

La instalación se ubicará en el antiguo hospital psiquiátrico de Toén y las cuentas reservan para ella 11 millones de euros, con los que también se creará una red de puntos de encuentro para efectivos, almacenes y garajes. Se apostará por cursos de quemas controladas, las aplicaciones cartográficas y la compra de nuevos drones.

“Prevención, prevención y más prevención”, resumió sobre sus prioridades en una materia a la que destina unos 80 millones de euros. Avanzó que en 2021 se aprobará la Lei de recuperación e posta en valor da terra agraria y se presentará un borrador de la nueva legislación contra el fuego.

La oposición criticó el plan económico. Xosé Luís Rivas Mini (BNG) censuró que se apuesta por “un monte a gusto de Ence, que da el somnífero para que nada cambie”, y la lentitud en las concentraciones parcelarias.

En este aspecto coincidió el socialista Martín Seco, que consideró que no existen “políticas de discriminación positiva hacia el rural”, lo que fomenta su “desventaja” frente al ámbito urbano.