Tras el verano, las entidades bancarias han hecho de las hipotecas uno de sus trámites estrella. Los meses de julio y agosto han permitido navegar por distintos portales inmobiliarios y visitar agencias en busca de una vivienda. Y este mes de septiembre, marcado por la crisis económica que provocó el estallido del COVID, se han cerrado más contratos que hace un año. En total, en la comunidad gallega se suscribieron 1.050 hipotecas sobre pisos o casas en el noveno mes del año, un 68% más que hace un año y casi cuatro veces más que la media registrada en el conjunto del país (+18,4%), según datos publicados ayer por el INE. Ahora bien, la patronal inmobiliaria advierte de que “no es correlativo” la firma de hipotecas sobre viviendas y las operaciones de compraventa. Y es que la pandemia ha tenido un fuerte impacto en la economía de todos los sectores, actividades y ámbitos, y perfiles que años atrás pagaban al contado su nuevo piso, este año han tenido que optar por financiación del banco.

Con este balance de hipotecas, la comunidad gallega se convierte en la sexta del país donde más aumentaron los contratos suscritos, con Extremadura a la cabeza (+173%), seguida de Aragón (77,4%), Cantabria (76%) y Asturias (75,8%), aunque todas estas autonomías se mueven entre poco más de 300 hipotecas y apenas 600. El balance de lo que va de año, deja en la comunidad un total de 8.401 hipotecas, un 3% menos que las 8.640 del año pasado. Se trata del peor dato de los últimos cuatro años.

Pese a la tendencia al alza de septiembre en el conjunto del país (solo disminuyeron las firmas en Navarra, un -20,5%), la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) avanza que los datos de operaciones de compraventa no caminan a la par que las firmas de hipotecas, señala Benito Iglesias, su presidente. Y noviembre, advierte, está siendo un mes “muy gris, con movimiento muy escaso en el mercado de compraventa”. Son tres principalmente los factores que, según apunta el presidente de la patronal inmobiliaria, han provocado este aumento de las firmas de hipotecas en la comunidad: la compra de vivienda nueva, pese a que hay cada vez más escasez, sobre todo en A Coruña y Vigo, frente a la usada. Y es que los pisos de segunda mano que tanto tirón habían tenido en los últimos años, ya se están agotando. Como segundo punto, las “campañas agresivas de las entidades financieras, con descuentos fuertes en la recta final del año para deshacerse de sus activos en cartera”. Y, finalmente, también se ha producido un aumento de las ventas de viviendas con terraza y casas unifamiliares que “necesitan de un crédito hipotecario”.