A golpe de clic llega el móvil o la tablet de última generación desde China, los zapatos o el abrigo ansiado sin hacer cola en la tienda. La falta de tiempo y la comodidad que supone hacer una compra desde el teléfono o el ordenador han disparado las compras online. Pero de manera paralela al boom del comercio online, que en la última década ha experimentado un crecimiento medio anual de casi un 20%, se ha producido un aumento de repartidores de paquetería que no tienen ni preparación ni la documentación exigida. El refuerzo de la vigilancia en las carreteras gallegas desde la unidad de Transportes del Sector de Tráfico ha detectado el año pasado a miles de conductores piratas que se dedican a la entrega de mercancías, entre un 15 y un 20% más que el ejercicio anterior.

Tráfico interpuso el año pasado 11.369 denuncias al sector del transporte (mercancías y viajeros), un 5% más que las 10.800 del ejercicio anterior. Detrás de este repunte, está el auge de los “paqueteros”, conductores no profesionales que con pequeñas furgonetas se dedican a realizar portes –para los vehículos de más de 2.000 kilos se exige autorización y documentación de transporte de mercancías–. Más de la mitad de las sanciones en el sector son por infracciones relacionadas con la autorización de transporte o la documentación necesaria para ejercer como transportista profesional. El resto son por exceso de carga, sobrepasar las horas de conducción, manipulación del tacógrafo, falta de seguro, carencia de la ITV o deficiencias del vehículo (neumáticos deteriorados, alumbrado deficiente...).

Simón Espinosa

En el mapa autonómico, las provincias de A Coruña y Pontevedra son las que concentran el mayor número de expedientes sancionadores abiertos por los agentes, con 4.435 y 3.332, respectivamente, según el Ministerio del Interior. Lugo sumó 2.020 y Ourense, 3.332. Galicia suma asó el 8% de las más de 150.000 denuncias estatales.

El colectivo más damnificado por la proliferación de conductores pirata son los transportistas de reparto de pequeñas mercancías.

En los camiones y autobuses apenas se detecta intrusismo, ya que son vehículos más fáciles de controlar por parte de las autoridades. Casi nadie se atreve a ponerse al volante con un tráiler o un autobús sin papeles. Pero haberlos, hailos. En noviembre del año pasado, la Guardia Civil detectó una empresa que operaba desde A Coruña con ocho autobuses pirata que realizaban transporte internacional de viajeros sin licencia y desplazaban a personas con discapacidad y movilidad reducida sin autorización.

Los “paqueteros” ilegales cazados suelen reconocerlo ante los agentes cuando les notifican la apertura del correspondiente expediente sancionador. “Nos tenemos que buscar la vida”, “No tenemos tiempo [para tramitar la autorización]”. Con estas repetidas frases, los repartidores pirata reconocen que son conocedores de la exigencia de tener una documentación que acredite su condición de transportista profesional pero alegan falta de tiempo porque “apenas pueden parar a hacer trámite alguno”.

Los agentes de la unidad de Transportes del Sector de Tráfico en Galicia realizan controles en camiones y, especialmente, furgonetas, a cualquier hora y en cualquier carretera. Pero hay unos horarios que conocen como especialmente conflictivos para estos repartidores y unas vías que son puntos calientes para este tipo de infracciones. De madrugada, tanto la A-6, a su paso por la localidad lucense de O Corgo y la A-52, en A Cañiza (Pontevedra) son puntos calientes.