Menos horas de luz y peor tiempo. El otoño no es buen compañero de viaje, ya que obliga a prestar más atención en carretera por la lluvia, el granizo, las heladas o la niebla. Para evitar cualquier incidente o desenlace al volante en esta época del año, además de extremar la atención por las adversas condiciones meteorológicas se suma la necesidad de la puesta a punto del vehículo. El estado de los neumáticos y las luces en los meses de otoño, que junto con los de invierno concentran casi el 20% de los accidentes mortales ocurridos en la red viaria gallega en el conjunto del año, es fundamental ante cualquier desplazamiento.

Para tratar de concienciar sobre la importancia de revisar el estado de las ruedas y el alumbrado, la DGT puso en marcha la semana pasada una campaña de control específica en Galicia. En solo cuatro días que duró el dispositivo en las carreteras gallegas, del lunes 16 al jueves 19, las patrullas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil interceptaron a un total de 501 conductores que viajaban con los neumáticos de sus vehículos en mal estado –una media de 125 cada día–, 131 con deficiencias en las luces –más de una treintena diaria– y otros 11 por no respetar la distancia de seguridad, según datos facilitados por la Jefatura Provincial de A Coruña desde donde se coordinan los centros de toda la comunidad.

Aproximadamente más de un millón de los vehículos, un 5%, circulan con defectos graves en las ruedas, principalmente por llevar una profundidad del dibujo por debajo del mínimo legal de 1,6 mm; tener un desgaste irregular debido a una mala suspensión o una alineación incorrecta y circular con una presión errónea. Además, los vehículos relacionados con un uso más profesional como es el caso de las furgonetas, presentan mayores índices de defectos en los neumáticos. Del medio millar de conductores sancionados en solo cuatro días por circular con las ruedas en mal estado, la mayoría fueron por no tener dibujos en las ranuras principales, no ser de medidas equivalentes, no conservar las inscripciones reglamentarias e incluso presentar ampollas o deformaciones anormales hasta aquellos que ya tenían despegada la banda de rodamiento o presentaban síntomas de rotura de la carcasa.

En total fueron controlados los neumáticos de 16.330 vehículos en cuatro días en la comunidad gallega, de los cuales 501 (3,06%) fueron denunciados. Las provincias con las tasas infractoras más altas son Ourense (3,09%) y A Coruña (3,2%). Cierran la lista, por debajo de la media registrada en el conjunto de la comunidad, Lugo (2,9%) y Pontevedra (1,79%).

Aunque en cifras absolutas son los turismos los que presentan el mayor número de expedientes abiertos por ruedas deterioradas, un total de 259, son los autobuses y camiones el grupo que concentran la tasa más elevada de infracciones de este tipo (6,7%), ya que de los 1.583 controlados, 107 presentaban deficiencias en los neumáticos. En el caso de los turismos, fueron inspeccionados casi 12.000 vehículos, lo que deja un índice infractor del 2,3%.

Con una tasa por encima de la media autonómica se colocan también las furgonetas, unos vehículos que recorren a diario decenas de kilómetros –algunos incluso cientos– para el reparto de paquetes, el traslado de trabajadores y equipamientos o la venta de productos del campo. De las 3.060 controladas durante la campaña especial de la semana pasada en Galicia, 122 fueron objeto de denuncia (3,9%).