BNG y PSdeG coincidieron ayer en solicitar la conversión del pazo de Meirás, propiedad de la familia del dictador Francisco Franco que la justicia obliga a devolver al erario público, como un espacio de recuperación de la memoria histórica.

La líder nacionalista, Ana Pontón, acudió a las puertas del inmueble, en el concello coruñés de Sada, para reclamar “una verdadera política de recuperación de la memoria democrática” y trabajar para que los bienes “que expolió el franquismo se devuelvan”.

“Es necesaria una comisión independiente que haga un informe exhaustivo sobre todos los bienes en propiedad de los Franco y que llegaron [a ellos] de manera irregular o ilícita, que se trabaje en vías legales para conseguir su devolución”, expuso Pontón, que considera “urgente” acabar con el papel de la Fundación Francisco Franco como institución que gestiona las visitas al pazo.

Por su parte, el vicesecretario xeral del PSdeG, Pablo Arangüena, coincidió en la necesidad de convertir el inmueble de reivindicación de la memoria histórica, pero criticó al Ejecutivo gallego. “No nos fiamos de la Xunta después de tantos años de connivencia con la familia Franco”, declaró ayer en alusión a la actitud de la administración “ante los incumplimientos de los herederos del dictador en cuestiones como el régimen de visitas”.

Además, reivindicó que la sentencia de reversión se produjese con el PSOE al frente del Gobierno. “Ni la connivencia del PP con los Franco ni las algaradas del BNG contribuyeron a recuperar este pazo”, zanjó.