La Xunta de Galicia da luz verde a la movilidad de los cazadores para el control de especies cinegéticas de caza mayor. Esto significa que todos los cazadores, federados o aficionados, podrán desplazarse por toda a comunidad al margen de las restricciones de movilidad impuestas por el Covid-19 para realizar controles en las poblaciones sobre el lobo y el jabalí.

Con la entrada en vigor de las medidas contra la pandemia, ya se había excluido a los cazadores federados que, como cualquier otra práctica deportiva federada, podían desplazarse a cualquier punto de Galicia siempre que llevase consigo la tarjeta que así lo acreditase. Ahora, se amplía esta licencia también a los no federados en el caso de batidas para lobo y jabalí.

En la comunicación emitida desde la Consellería de Medio Ambiente hace hincapié en la "especial importancia los daños que especies cinegéticas, especialmente el jabalí provoca en la comunidad" y la necesidad de mantener a lo largo del tiempo el control sobre la especie.

Se incluye, por tantos, las acciones de caza de jabalí, de acuerdo con la planificación aprobada para la temporada de caza 2020/2021 en los Planes Anuales de Caza de TECOR, y acciones autorizadas específicamente en tierras de régimen de caza común. También las actuaciones cinegéticas con motivo de daños a la agricultura o ganadería provocados por el jabalí y lobo y acciones de caza como consecuencia de repetidos accidentes de tráfico graves.

Además, la actividad cinegética está permitid en todas las modalidades respetando las normas establecidas, como es la distancia de seguridad y el uso de la mascarilla.

La Xunta discrepa de la propuesta del Gobierno para la protección del lobo

Por otro lado, la conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez ha apuntado que una mayor protección del lobo, como defiende el Gobierno estatal, implica romper el actual equilibrio entre la conservación de esta especie y el mantenimiento de las razas autóctonas en extensivo.

La titular de Medio Ambiente indicó que desde hace una década Galicia cuenta con un Plan de gestión del lobo, "con el que se garantiza la viabilidad de la especie, es decir, se mantiene la población estable al tiempo que se compatibiliza -su existencia- con la ganadería extensiva y con la viabilidad económica de las explotaciones".

Explicó Vázquez que esta "no se trata de una postura aislada e individual de Galicia, sino que es acorde y común a las cuatro regiones al norte del río Duero; ya que los intereses de Asturias, Cantabria y Castilla y León -junto con los de Galicia- se verán directamente afectados de salir adelante esta propuesta, pues en estas regiones se registran importantes poblaciones de esta especie asentadas en el territorio y, por tanto, son las que sufren las mayores consecuencias sobre el sector ganadero de los ataques puntuales de estos animales".

La conselleira recordó que en el caso de que prospere la iniciativa del Ministerio esto "implicaría de entrada la prohibición genérica de su caza, al no considerase una especie susceptible de aprovechamiento cinegético en determinados supuestos".

"Dicho de otra forma -precisa la Xunta-, solo se podría autorizar excepcionalmente la captura de algún ejemplar bajo criterios mucho más estrictos que en la actualidad", situación que se convierte, añade el Gobierno gallego, "en una limitación que pondría mucho más difícil recurrir a acciones cinegéticas puntuales cuando estos animales amenacen los intereses ganaderos".

Además, destacó que la decisión del departamento que preside Teresa Ribera "es totalmente contraria al objetivo de la Xunta, compatibilizar la existencia con la viabilidad de las explotaciones, y a las políticas defendidas por el Gobierno gallego, estableciendo medidas preventivas y de compensación por daños provocados por esta especie".