Tras la entrada en vigor hace dos años de la nueva Ley de Contratos del Sector Público, el Sergas se ha visto obligado a sacar a concurso los conciertos con la sanidad privada, a los que la Consellería de Sanidade recurre para aligerar las listas de espera en la pública. Hasta entonces la actividad concertada se acordaba simplemente través de un convenio con cada uno de los centros sanitarios. El problema de la licitación es que las tarifas que ofrece la Xunta a los hospitales privados llevan congeladas 20 años y el contrato no resulta atractivo para todas las empresas. Esto es lo que ha sucedido en el área sanitaria de Ourense, Verín y O Barco de Valdeorras, donde el contrato ha quedado desierto por falta de interés de los hospitales privados.
Esto obligará a la Consellería de Sanidade a hacer una nueva licitación, en la que si quiere tener más éxito se verá obligada a mejorar la oferta económica actual, que asciende a 13,5 millones de euros por un periodo de dos años. Entretanto, el Sergas explica que “no habrá afectación” a los pacientes puesto que se prorrogará el viejo concierto suscrito con el Centro Médico El Carmen y Cosaga.
La Xunta sacó a concurso el pasado mes de julio el contrato dividido en tres lotes que incluyen más de 120 tipos de intervenciones quirúrgicas, la realización de pruebas diagnósticas, consultas así como la hospitalización de aquellos pacientes que les derive el Sergas cuando necesite refuerzos para reducir las listas de espera. Solo una empresa se presentó al concurso, la cadena Vithas, pero fue descartada porque no dispone de ningún centro sanitario en la provincia de Ourense. Ni el Centro Médico El Carmen ni Cosaga mostraron interés. La razón: las escasas cuantías que el Sergas paga por la atención sanitaria. Fuentes de la sanidad privada explican que los precios que ofrecen son “el 30 por ciento” de las tarifas fijadas en la red pública y que son las que sirven de referencia cuanto la Xunta tiene que pasar la factura por la atención recibida en los hospitales del Sergas a pacientes cubiertos por aseguradoras o mutuas.
A modo de ejemplo, por primera consulta y otras dos sucesivas se paga a los hospitales privados, según el pliego de condiciones del área sanitaria de Ourense, 85 euros, cuando la tarifa en el Sergas, fijadas por decreto en 2014 y todavía vigente, para la primera cita médica con el especialista es de 179 euros.
Bajo estas condiciones, los hospitales privados de la provincia de Ourense aseguran que no les compensa prestar esa atención sanitaria.
Tras la entrada en vigor de la nueva Ley de Contratos del Sector Públicos, el Sergas está sacando a concurso los nuevos conciertos por áreas sanitarias a medida que van venciendo los convenios actuales.
En 2018 se adjudicó la actividad concertada en el área sanitaria de A Coruña por 97,4 millones de euros, en 2019 se cerró el contrato para el área de Lugo por 13,3 millones de euros y quedan pendientes todavía Ferrol, Santiago, Pontevedra y el área de Vigo.
Al verse obligado a sacar los conciertos a concurso el Sergas chocará ahora con los intereses de los hospitales privados que vienen reclamando desde hace tiempo un aumento de las tarifas que cobran por intervenciones o consultas. Y el problema es que son pocos los centros sanitarios que cumplen los requisitos exigidos por Sanidade para prestar la actividad concertada: necesitan tener servicio de urgencias 24 horas, quirófanos e infraestructuras para hospitalización. En el área de A Coruña el contrato también quedó desierto en un primer momento y después se adjudicó tras fragmentarlo en varios lotes. En todo caso, las condiciones que se ofertan en cada zona sanitaria son distintas. No hay tarifas uniformes para toda Galicia. Así, por ejemplo, en Ourense el Sergas paga 93 euros por día de estancia, cuando ésta no supere los ocho días, mientras que en el área sanitaria coruñesa el precio está fijado en 117 euros.
Una operación de cataratas cuesta al Sergas en los hospitales privados de A Coruña 1.317 euros, pero a los centros de la provincia de Ourense les ofrece 600 euros en el contrato que ahora quedó desierto.
Y si se comparan con las tarifas fijadas por decreto en la sanidad pública también hay diferencias: una resonancia magnética en los hospitales del Sergas son 691 euros pero de media a la concertada se paga 177,9. Una ecografía cuesta 172,8 en la pública y 34,9 euros en la privada.
