Con un modelo semejante a las "casas nido", la Xunta puso en marcha el pasado año las "casas do maior", viviendas particulares ubicadas en concellos de menos de 5.000 habitantes que se destinan al cuidado de personas mayores con algún tipo de dependencia, prestando este servicio allí donde no llegan las grandes residencias.

Actualmente están operando como proyectos piloto para comprobar su viabilidad y por eso la Administración autonómica les subvenciona el 100% del funcionamiento. Pero la pandemia y el confinamiento decretado por el estado de alarma durante tres meses puso a estas "casas do maior" al borde de su desaparición porque los titulares de estos negocios, al estar cerrados durante la cuarentena, no cumplían las condiciones para recibir las subvenciones.

Para evitar su desaparición, la Consellería de Política Social ha tenido que modificar las bases que regulaban la concesión de estas subvenciones, de forma que las 20 "casas do maior" existentes actualmente puedan recibir todos los fondos aunque estuvieran cerradas durante el estado de alarma. A final, todas ellas recibirán los 682.000 euros comprometidos inicialmente.

"A raíz de la crisis sanitaria, todos estos proyectos piloto de atención continuada a las personas mayores interrumpieron su actividad por las medidas adoptadas por la autoridad sanitaria, lo que afecta a las condiciones de la justificación para percibir las subvenciones, teniendo que afrontar igualmente los gastos básicos de personal y del local, lo que los aboca a su desaparición, dejando, en consecuencia, sin atención a las personas mayores de 60 años de Galicia, en el momento en el que se recupere la actividad", argumente Política Social en la orden publicada ayer en el Diario Oficial de Galicia.

Estas casas están prestando actualmente asistencia a un centenar de personas mayores en concellos de menos de 5.000 habitantes. Están ubicadas en los ayuntamientos de Arbo, Pazos de Borbén, Punxín, Piñor, A Veiga, Laza, Laxe, Castrelo de Miño (2), As Nogais (2), Os Blancos, Sarreaus, Portomarín, Cenlle, Santiso, A Gudiña, Monfero, Xunqueira de Ambía y Xunqueira de Espadañedo.

El objetivo de las "casas do maior" es ayudar a fijar población en el rural, acercando servicios que se ofrecen habitualmente en municipios más grandes.

Cada casa atiende, por norma general, entre dos y cinco usuarios durante ocho horas diarias, de forma flexible y con garantías de seguridad y calidad. Como mínimo, se creará un puesto de trabajo por cada Casa do Maior. Estas instalaciones estarán operativas de lunes a viernes, salvo festivos y el mes de vacaciones, durante los cuales permanecerán cerradas.

La atención que reciben los mayores en estos centros será un trato "cuasi familiar" en un entorno cercano y conocido, pero de la mano de profesionales que quieren poner su hogar a disposición de este proyecto de trabajo, según los criterios que rigen la concesión de las subvenciones.

Uno de los socios de la cooperativa de trabajo debe tener el título de grado de enfermería, medicina, de técnico en cuidados auxiliares, de atención a la dependencia; o poseer un certificado de profesionalidad de atención a personas en el domicilio.