El sector hotelero pide más ayudas directas y aplazar impuestos para evitar cierres masivos

Apuesta por duplicar el bono turístico de 250 euros para empleados públicos y alerta del riesgo para 30.000 empleos

Un grupo de visitantes en Sanxenxo en agosto pasado.

Un grupo de visitantes en Sanxenxo en agosto pasado. / // Gustavo Santos

Santiago

El sector turístico vive en estado de shock este año y reclama "más ayudas directas" para paliar un otoño "muy complicado" debido al parón generado por la pandemia de Covid-19. El estado de alarma obligó a los hoteles a cerrar sus puertas durante tres meses y el verano ha sido malo, aunque en Galicia las pernoctaciones cayeron "solo" un 40,8% en agosto frente al 64% de la media estatal, porcentajes de descenso similares en facturación. Al cierre prematuro de la temporada de gran parte de hoteles se une el jarro de agua fría de la cancelación de los viajes del Imserso. "Sin nuevas inyecciones económicas directas, no solo se destruirán empleos, sino tejido empresarial. He leído que con el cierre de Alcoa podrían perderse 2.000 empleos, pues nos jugamos 30.000 con el turismo", alerta Cesáreo González Pardal, presidente del Clúster de Turismo de Galicia, que pide demorar más el pago de impuestos aplazados hasta noviembre, como IVA, Sociedades, IRPF o los autonómicos.

La incertidumbre y el pesimismo reinan en el sector, a pesar de haber solucionado, al menos, la prórroga de los ERTE hasta final de año. "El sector es consciente de que la recta final de este año va a ser muy complicada por la cancelación de celebraciones, situaciones puntuales de confinamiento local, evolución de la economía y el empleo... que han adelantado el final de una temporada atípicamente corta", resume el Clúster, que teme más cierres como el que ayer comenzó en Ourense y Barbadás.

Por ello, urge ayudas directas como extender a otros 20.000 empleados públicos el bono turístico de 250 euros para gastar en restauración y hoteles que la Xunta ofreció a esa misma cantidad de sanitarios como recompensa por su esfuerzo adicional en la lucha contra la pandemia y de los que ya se han gastado 16.000.

En este sentido, el PSdeG lamentó ayer la "dejadez" de la Xunta con el sector tras votar el PP en contra de una iniciativa precisamente para abonar ayudas directas al sector.

El parón turístico obligó a gran parte de los hoteles a adelantar la bajada de persianas, que normalmente se producía a mediados de este mes tras la Festa do Marisco de O Grove, que arrastraba a todas las Rías Baixas. El festejo se suspendió por el Covid. Tampoco se confía en la llegada de viajeros en el puente del Pilar ni en los sucesivos.

"Hemos facturado un 40% de lo habitual en verano y durante tres meses no ingresamos nada. Vienen meses muy preocupantes", insiste González. "No habrá recuperación hasta la Semana Santa de 2021 si hay vacuna. Sin ella, la agonía será lenta", cree.

En este contexto, el Gobierno central decidió suspender este año los viajes subvencionados del Imserso, que permiten al sector recibir una ayuda para afrontar el fin del período estival. La Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) cifró en 350 millones de euros los ingresos que dejarán de recibir hoteles y agencias por esa decisión, que en Galicia perjudicará principalmente a la actividad termal.

La comunidad recibe alrededor de 35.000 viajeros gracias a esos programas del Imserso, de los que el año pasado 27.500 correspondieron a los balnearios. La Asociación de Balnearios de Galicia rechazó responder a este diario para dar su opinión sobre el impacto de esa cancelación.

La administración que no ha paralizado un programa similar es la gallega, aunque lo ha reducido a su mínima expresión. A comienzos de año, antes de la pandemia y de las elecciones, la Xunta avanzó su plan "Elixe Galicia", un sistema de subvenciones para estancias de 3 a 5 días destinado a menores de 30 años, familias con hijos menores e edad y personas que superasen los 55 años. Estos aportan el 60% del coste, que oscila entre los 117 y los 198 euros.

En febrero, calculó 13.000 beneficiarios con un coste de 1,4 millones. En julio, rebajó la cifra a 4.500. Tras retomar el programa el pasado 20 de septiembre, ya se han beneficiado 186 y la previsión es alcanzar los 500, lo que supondría un gasto público de alrededor de 60.000 euros. El resto de plazas se convocarán entre el 10 de marzo y el 30 de noviembre.

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