La Sección Quinta de la Audiencia de Pontevedra con sede en Vigo acordó ayer la puesta en libertad del arousano Juan Carlos Santórum, considerado por las fuerzas de seguridad el cabecilla del grupo de lancheros que debía descargar los 4.500 kilos de cocaína intervenidos a bordo del remolcador Karar el pasado mes de abril en plena pandemia en una operación dirigida por el Juzgado de Instrucción 3 de Vigo. También le vinculan con las tres toneladas de cocaína apresadas en el narcosubmarino hundido en la ría de Aldán a finales del año pasado, si bien nunca ha sido condenado por tráfico de drogas.

La Sala fija a Santórum una fianza de 30.000 euros porque estuvo casi cuatro meses fugado, si bien los magistrados de la Audiencia apuntan que podría valorarse de forma positiva el hecho de su presentación voluntaria el pasado 6 de septiembre, cuando acudió al juzgado de guardia de Vigo y quedó en libertad al no haber ninguna requisitoria por la coca del Karar. Al día siguiente la Policía le arrestó en el garaje anexo a la Audiencia de Pontevedra cuando iba a ponerse a disposición de la Sección Cuarta para instar la suspensión de la condena de 2 años impuesta por revelación de secretos como enlace de dos guardias civiles corruptos y varios grupos de narcos a los que se pasó información del Equipo contra el Crimen Organizado. Trasladado a Instrucción 3 de Vigo por la Policía, la magistrada de la ciudad olívica ordenó su ingreso en prisión preventiva. Lo que ahora anula la Audiencia al estimar el recurso presentado por la defensa.

La Sección Quinta de Vigo ampara el recurso y da la razón a la abogada de Santórum, la penalista vilagarciana Carmen Ventoso, pues considera que "no se aprecian indicios suficientes que pudieran poner en conexión a los diversos implicados con el transporte y distribución en nuestro territorio de la droga que se encontraba en aquella embarcación".

Con este auto, notificado ayer, la mayoría de los detenidos en tierra por aquel alijo se encuentran en libertad provisional, todos por falta de indicios suficientes de su relación con el alijo. La Sala se muestra crítica con las diligencias de investigación que califican a Juan Carlos Santórum como "cabecilla y principal coordinador de un grupo encargado de la introducción en nuestro territorio de la droga incautada en el buque Karar" y recuerda que esta condición "también era atribuida a su hermano, al que se atribuían las directrices del clan". En este sentido, los magistrados inciden en que el hermano de Juan Carlos -defendido por la misma letrada- ya fue excarcelado por esta causa.

En cuanto al hallazgo de las coordenadas que supuestamente corresponderían con la singladura del Karar y las conversaciones que en lenguaje críptico se referirían posiblemente a las planeadoras que debían recoger la droga, la Audiencia incide en que el interlocutor de Santórum "se encuentra también en libertad". Así, sobre la base de estas circunstancias la Sección Quinta de la Audiencia con sede en Vigo "en aras de no dar un trato particularmente discriminatorio con relación a otros posibles responsables de los hechos enjuiciados, es por lo que consideramos que debe acordarse la libertad provisional del recurrente, si bien ante ese antecedente de fuga que ha protagonizado, establecer que para ello sea preciso el abono de una fianza por un importe de 30.000 euros, que se considera más que proporcionado a las circunstancias del recurrente".