El curso arrancó este año de forma extraña, como inusual está resultando la actividad cotidiana por culpa del coronavirus. El inicio de las clases se retrasó por la crisis sanitaria y además la vuelta a las aulas se realizó de forma escalonada para poder acomodarse mejor a la nueva normalidad. Pero nada más comenzar la docencia, hasta 553 profesores cambiaron de centro en las etapas de Primaria y Secundaria. La razón principal de estas permutas es que se pretenden evitar desplazamientos desde su domicilio habitual al centro que le ha tocado impartir clase o ahorrarse mudanzas o el alquiler de un piso en el que residir durante el año académico. Que el cambio esté también motivado por causa del Covid-19, eso ya entra en la esfera privada de cada profesor.

En total fueron 585 los docentes que solicitaron un nuevo destino nada más comenzar el curso: 387 en ESO y 198 en Primaria. Y la Consellería de Educación se lo concedió a 363 profesores de Secundaria y a 190 de Primaria.

Varias son las condiciones necesarias para proceder a la permuta de la plaza en el último momento, a veces antes de empezar las clases o después de un par de días en el colegio. Lo primero, que se trata de un intercambio puro, por lo que tiene que haber otro profesor con el que intercambiar la plaza. Por lo que cuantos más destinos distintos se soliciten, más posibilidades hay conseguirlo. Otro requisito es que la duración de la permuta es para todo un año, además de que la plaza sea de la misma especialidad y que la operación no perjudique a terceros.

El intercambio en el último momento estuvo bloqueado durante varios años, pero a partir de 2015 se volvió a autorizar, ampliando esta posibilidad a todas las categorías docentes, ya fueran interinos o profesores con plaza fija. Eso sí, con un plazo de vigencia de solo un año. Como los cambios están motivados fundamentalmente por el lugar de residencia, se trata de una práctica en la que no hay diferencias entre el mundo urbano y el medio rural.

Los sindicatos de educación bendicen esta posibilidad, ya que está pensada para evitar, en la medida que se pueda, desplazamientos innecesarios de los profesores o hasta su cambio de domicilio para atender sus obligaciones laborales. La censura llega porque el intercambio se produce siempre con el curso recién comenzado. Sin embargo, no se puede hacer sin antes completar el proceso de adjudicación de plaza para los interinos y los sustitutos. Educación explica que el calendario es el mismo cada año y que la adscripción no se puede cerrar hasta pocos días antes del inicio del curso por la necesidad de atender y cubrir las bajas.