Además de cargar implícitamente contra Vox por plantear la supresión de las autonomías, los tres presidentes autonómicos también arremetieron contra Unidas Podemos. Aunque sin mencionarlos directamente, alertaron contra los "populismos" que desde el Gobierno tratan de "desestabilizar" el Estado.

Y las críticas no llegaron solo desde los dos presidentes del PP, sino también de García-Page, que lanzó varios dardos contra los socios de su partido en el Gobierno. "A raíz de la crisis financiera de 2008 emergieron muchos que se querían cargar el sistema y que todavía están, incluso mandando algunos", advirtió.

En opinión del presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno, ahora con la pandemia "algunos creen que será la gran oportunidad para el populismo". "Debemos combatirlo. Hay personas que con esta crisis pueden quedar en una situación desesperada. Si no le damos certidumbre y credibilidad pueden pasarse al populismo", señaló el andaluz.

Feijóo también cargó con dureza y acusó a Podemos de "intentar desestabilizar" al Estado desde dentro del Gobierno.

Los tres presidentes censuraron las críticas de ministros de Unidas Podemos al Rey Felipe VI. El socialista García-Page lo calificó de "debate estéril" y salió en defensa de la Corona.

"Tenemos una monarquía con metabolismo republicano. El presidente del Gobierno tiene más poder que muchos presidentes de República", señaló el presidente de Castilla-La Mancha que hizo suyas las palabras de Baltasar Gracián: "es muy imprudente no acometer los problemas, pero lo es mucho más salir a buscarlos".

Concordó con García-Page el popular Juan Manuel Moreno. "No es momento de discutir la Jefatura de Estado", advirtió.

Pero no solo arremetieron contra Podemos, sino también contra los "populismos territoriales". El mandatario de Castilla-La Mancha censuró a los independentistas y el presidente de la Xunta se refirió también a los "populismos locales.