La Xunta dado el retraso acumulado por un largo periodo preelectoral -con unos comicios previstos inicialmente para abril que luego se celebraron en julio- y la falta de indicaciones, todavía a estas alturas, por parte del Gobierno central, que tiene que comunicar la nueva senda fiscal y los fondos que transferirá a Galicia durante el próximo ejercicio. Por eso, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, reconoció ayer que será "técnicamente imposible" que los presupuestos del próximo año estén en vigor el próximo mes de enero, una situación de la que responsabilizó al Ejecutivo central por la falta de "definición" de asuntos como el techo de gasto, el límite del déficit o las entregas a cuenta.

En todo caso, Feijóo confía en que el escenario comience a despejarse a partir del próximo lunes con la celebración del Consejo de Política Fiscal y Financiera en la que, presumiblemente, el Ministerio de Hacienda reportará a las comunidades autónomas la información que necesitan para comenzar a elaborar sus respectivas cuentas anuales.

De esa cita espera que salga "el cuadro" sobre el que el Gobierno gallego pueda "diseñar" sus presupuestos que, dijo, no estarán aprobados antes de final de año por "los continuos cambios de criterio" del Ejecutivo central.

El presidente gallego censuró los "vaivenes" del equipo de Pedro Sánchez sobre las reglas fiscales y los fondos que debe transferir a las autonomías, ya que unos días habla de anular la senda de déficit y otros la regla de gasto sin comunicar cuáles son los nuevos parámetros. "Así es muy difícil diseñar algo, si a partir del lunes tenemos todos los datos, intentaremos elaborar los presupuestos", indicó.

En teoría, antes del próximo 20 de octubre la Xunta tendría que remitir al Parlamento su propuesta de cuentas públicas para 2021. En cualquier caso, el presidente se comprometió a hacerlo cuanto antes, señaló que si puede hacerlo en enero no lo haría en febrero y que de momento solo puede trabajar con "fichas" sin ponerle cifras porque desconoce de cuánto dinero podrá contar mientras el Gobierno central no lo aclare.

Por otra parte, en su reunión de ayer, el Consello conoció el contenido de la memoria de seguimiento de las Directrices del Territorio, un documento en el que por primera vez incorpora en su análisis un nuevo indicador de superficie destinada a la vivienda en suelo urbano y de núcleo rural, lo que servirá para estimar las necesidades de superficie residencial en cada ayuntamiento. Esta base de datos servirá, así, de ayuda para la planificación de nuevos desarrollos de suelo residencial propuestos por los planes urbanísticos.