La pandemia de Covid-19 no solo obligó a aplazar por primera vez unas elecciones gallegas ya convocadas, que pasaron del 5 de abril al 12 de julio, sino que generó como efecto dominó la mayor parálisis legislativa de la Cámara autonómica desde finales de los años 80, pues su disolución impidió la aprobación de cualquier ley durante nueve meses. El coronavirus sigue aquí y la segunda ola ha puesto de relieve la necesidad del Legislativo gallego de buscar alternativas para evitar una nueva hibernación o la afectación de cuarentenas de sus miembros, que podrían alterar la mayoría absoluta que consiguió el PP.

Populares, BNG y PSdeG negocian ya una modificación del reglamento de la Cámara para establecer mecanismos de seguridad para supuestos vinculados a la pandemia, como la asistencia telemática a las sesiones plenarias o a las comisiones o el voto delegado, opciones que mantendrían los derechos de los diputados que deban guardar cuarentena obligatoria e impediría la alteración aritmética puntual de la composición emanada de las urnas en julio.

Los servicios jurídicos del Parlamento plantearon hace unos días a los grupos, como adelantó Europa Press, una vía para cambiar el reglamento, de forma similar a como se hizo en 2012, cuando se permitió la participación a distancia de diputados de baja de paternidad o maternidad o embarazadas.

"La Mesa, de acuerdo con la junta de portavoces, podrá habilitar excepcionalmente la presencia, el voto delegado, sistemas de videoconferencia o cualquier otro sistema técnico viable y adecuado que garantice, para todos los efectos reglamentarios, la asistencia y participación en las sesiones y en los debates y el ejercicio del derecho de voto", planteaban en un camino que va más allá de la instalación de mamparas en el hemiciclo.

Existe consenso entre PP y oposición sobre la necesidad de acometer este cambio, que podría abordarse mediante proposición de ley y se tramitaría por urgencia. Sin embargo, quedan por perfilar los detalles. "Las excepciones deben ser muy concretas, muy justificadas y muy motivadas", avanzó el portavoz parlamentario de los populares, Pedro Puy.

"Intentaremos afinar un poco más la redacción. Hay voluntad de llegar a un acuerdo y de hacerlo con la mayor rigurosidad", apuntó la nacionalista Olalla Rodil.

"Nos parece la vía adecuada, pero hay que acotar lo máximo posible esa situación" añadió el socialista Pablo Arangüena.