La Xunta necesitó el mes pasado inyectar fondos extra a dos de sus departamentos para cubrir con más de 6,1 millones la compra de material médico para paliar la pandemia de Covid-19 y permitir al Servizo Galego de Saúde (Sergas) pagar las condenas judiciales por el retraso en el pago de facturas de proveedores.

La mayor parte de esa cifra corresponde a los 4,6 millones que el Sergas recibió desde el fondo de imprevistos de la Xunta y hacer frente a las necesidades de "suministros y equipos" derivadas de la "emergencia de salud pública en relación con el Covid-19", según la información económica de la administración. Desde el inicio de la pandemia, son ya 85 los millones adicionales que el Ejecutivo ha debido redirigir desde su fondo para emergencias hacia las arcas sanitarias. Además, necesitó otros 900.000 euros para pagar alojamiento y manutención de militares, sanitarios y transportistas durante el estado de alarma.

Otros 1,4 millones derivados de las partidas previstas para el pago de cánones del Sergas fueron destinados a cubrir intereses de demora por el pago "tardío" de facturas. Con esta cifra, Sanidade roza los 27 millones en un lustro por esta cuestión.

A pesar de ello, la Xunta pagó el año pasado sus facturas en 19 días de media frente a los 37 de las comunidades. El tope legal es de 30 jornadas.