Los cuatro concejales de Democracia Ourensana críticos con el alcalde de Ourense acordaron ayer por la mañana la expulsión de Gonzalo Pérez Jácome, actual regidor de la ciudad, de su grupo municipal. Alegan que son mayoría en el grupo, al sumar en estos momentos 4 concejales críticos frente a los 2 afines, que son el propio Jácome y Armando Ojea. Además, en el mismo escrito notifican a Gonzalo Pérez Jácome que ya es un concejal "no adscrito a DO".

Justifican esta decisión en varios preceptos de la Ley de Entidades Locales y el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales, según los cuales es la mayoría de un grupo municipal, y no uno sus miembros, la que puede expulsar al resto.

Por este motivo, consideran que los ceses aprobados por el alcalde en las últimas semanas "fueron unilaterales", pues además no los sometió a la "disciplina y debate del grupo, como establece el artículo 6 de la Constitución".

Entre estas medidas "unilaterales y no consensuadas con el grupo", relatan la retirada de competencias a estos cuatro concejales que denunciaron a Jácome en Fiscalía. Habían firmado esa denuncia cinco ediles de siete que tiene DO, pero uno de los cinco dimitió de inmediato. Además, alegan entre los motivos para la expulsión, el cese de asesores de DO que el regidor consideraba miembros de la "trama" para derrocarle, "la opacidad de las cuentas" del partido, o las supuestas "mordidas" del sueldo que le exigía el alcalde a sus asesores.

Lo que hace aún más insólito este escrito de los díscolos es que en la misma notificación de expulsión recuerdan al alcalde que es un concejal "no adscrito, desvinculado del citado grupo de DO", cuando es el partido que fundó el propio Jácome y del que es presidente.

Esta notificación ha sido calificada por fuentes jurídicas próximas al regidor como "un absurdo que solo pretende seguir minando y desestabilizando al alcalde, pues de todos es sabido que ningún concejal puede ser expulsado de su grupo municipal por el resto de compañeros, sino por el propio partido, en este caso DO, reunido en asamblea".

En todo caso, aún cuando según fuentes jurídicas consultadas, la expulsión no es válida, vuelve a ser otro duro golpe a la ya endeble línea de flotación del gobierno local del Concello de Ourense, integrado solo por dos ediles de DO, el alcalde y Armando Ojea, después de que el regidor cesara de competencias a sus cuatro concejales críticos y de que los 7 ediles del PP dimitieran también de inmediato de sus competencias, rompiendo el pacto de gobierno PP-DO que había dado la Alcaldía a Gonzalo Pérez Jácome, al permitirle sumar la mayoría de 14 ediles ( 7 populares y 7 de DO) en una corporación local de 27 ediles. Además, a cambio de la Alcaldía de Ourense DO brindaba el apoyo de sus dos diputados para que Baltar, en minoría, pudiera seguir siendo presidente de la Diputación. La nota de prensa enviada ayer por los concejales díscolos va encabezada por Manuel Álvarez Fernández, dado que es aún vicepresidente de Democracia Ourensana y el único edil de los críticos que estaría afiliado a este partido.

Justifican que "cualquier partido político que funcione con normalidad, bajo el principio democrático proclamado en el artículo 6 de la Constitución, se habría planteado y discutido en el seno de los órganos colegiados del propio partido, todas las decisiones que afectasen a la actuación del mismo, su estrategia política, las cuestiones relativas a la gobernabilidad tanto del Concello como de la Diputación". Acusan a Jácome de tomar las decisiones "de forma totalmente unilateral, con mando absolutista, niega cualquier opinión que no sea acorde a sus intereses personales y no conoce lo que es la democracia interna que debe regir el funcionamiento del grupo municipal".