La entrada de una borrasca atlántica ha puesto fin al verano en prácticamente toda la geografía española. El frente, que obligó a activar a alerta amarilla por intensas lluvias y tormentas en las cuatro provincias gallegas, dejó en la tarde-noche del jueves entre 4.000 y 5.000 rayos en la comunidad y entre 10 y 35 litros por metro cuadrado, según detalló ayer el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Galicia, Francisco Infante, durante la presentación del balance del verano y la presentación de las previsiones para el otoño.

El aparato eléctrico registrado el jueves fue tan intenso que los rayos causaron varios incendios forestales, como es el caso de la isla de Ons, la parroquia de Dorrón (Sanxenxo) o el monte Pedroso (Santiago).

El pronóstico para los próximos días apenas varía: el fin de semana continuarán las tormentas y habrá chubascos puntualmente en distintos puntos de Galicia; mientras que el martes entrará una borrasca de origen atlántico con algún frente que se prolongará hasta el viernes. Para hoy las temperaturas máximas en las ciudades oscilarán entre los 21 grados de A Coruña o Santiago y los 26º de Ourense. Las mínimas se moverán entre los 14 grados de Lugo y los 17º de Vigo y Ourense.

El otoño que empieza el próximo martes, según datos y predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología, será más cálido y más seco de lo habitual.

El delegado de la Aemet en Galicia presentó ayer en A Coruña del resumen climático del verano, la situación del balance hídrico, y la predicción estacional para el trimestre octubre-diciembre de 2020.

En su intervención, Infante detalló que el pasado mes de julio fue el más seco de la serie histórica y "extremadamente cálido", en concreto que el segundo más cálido en Galicia de la serie histórica, tan solo superado por el de 2013.

El verano gallego, según expuso, fue, en general, "normal" en cuanto a precipitaciones y "muy cálido", con la temperatura máxima registrada el 18 de julio y el 6 de agosto de 41,1 grados centígrados en Rivadabia (Ourense).

En concreto, junio tuvo temperaturas "ligeramente inferiores" a los valores normales e interrumpió una "sucesión de meses muy cálidos" que se daba desde diciembre, con máximas que no llegaron a los 30 grados y una temperatura mínima de 1,7 grados centígrados en Xinzo (Ourense), la más baja del verano. Las precipitaciones de junio fueron "normales".

El mes de julio fue "extremadamente seco y cálido"; mientras que agosto resultó "ligeramente cálido", pero con "precipitaciones muy abundantes", que triplicaron los valores normales en el Golfo Ártabro y el noreste de Lugo. Destaca el observatorio de A Coruña, que registró 67,2 litros por metro cuadrado el día 12 de agosto, duplicando en un día la cantidad normal de un agosto completo.

En lo que va de septiembre, según Infante, las temperaturas fueron "anormalmente altas" y estaba resultando seco hasta este jueves, que se registraron numerosas tormentas. En A Coruña, el día 13 de septiembre se llegó a los 35,4 grados centígrados, lo que supone la temperatura más alta en un mes de septiembre en esta zona. Además, el año hidrológico en la comunidad, que está a punto de terminarse, tuvo "valores normales" con solo un 6% por encima de lo habitual.