Considera la profesora Luz Beloso que es posible buscar caminos para "enganchar" al alumnado tanto presencialmente como online, si bien estando cerca "es mucho más fácil". En cuanto a la distribución de materia para el próximo curso: "hay que establecer una programación equilibrada en base a lo impartido el curso pasado y el nuevo", indica.

-¿Cuál es la sensación en estos momentos?

-En la comunidad educativa estamos muy cabreados porque nos hacen estar con el corazón en un puño hasta última hora. Y me da igual el color político. Yo no entiendo muchas cosas del protocolo. Existen prohibiciones como reunirse en una casa más de 10 personas para una comida, por ejemplo, ¿pero 25 alumnos pueden estar 6 horas en un aula? Me llama la atención que ni con una pandemia se haya conseguido bajar la ratio...

-¿Ve bien la obligatoriedad de la mascarilla?

-Sí, es una medida necesaria. Pero también me parece delicado el coste que supone para las familias, porque va a ser un coste diario por hijo destacable. Como lo será la compra de material de limpieza y desinfección por parte de los centros, ya de por sí con presupuestos ajustados. También pensé una cosa: ¿qué ocurre si un niño acude sin mascarilla? ¿quién tendría que proporcionársela?

-Hay familias que piden que se pueda elegir si se quiere formación solo online...

-Sí, veo que algunos demandan clases online, familias preocupadas por la seguridad. Y entiendo el argumento de que, en caso de que un escolar dé positivo y sea asintomático, que lleve el contagio para casa y se produzca algo peor con personas vulnerables.

-Pero, ¿que solución vería mejor en cuanto a presencialidad y clases online, o ambas cosas en un modelo híbrido?

-Creo que lo más sensato sería doblar turnos, de manera que se lograse menos ratio por grupo y para poder hacerlo es necesario más profesorado, claro. O también plantearlo con una parte telemática y otra presencial de manera que se pudiesen combinar ambas, también por grupos.

-Clases solo online no, en principio...

-Nadie quiere volver a la situación del tramo final de curso, con la pandemia, trabajando de la mañana a la noche. Pero sí estaría bien intentar hacer una combinación de ambos métodos y regular la presencialidad.

-¿Qué receta seguir para motivar al alumnado tras tantos meses de distancia?

-Está claro que la motivación es lo más importante. ¿Qué hago para engancharlos? ¿Qué puedo hacer? Me costó mucho en la tercera evaluación. En el momento en que se dio por hecho que la materia del tercer trimestre no contaba, que se tendría en cuenta el primero y el segundo, fue complicado mantener la motivación. Al menos yo lo percibí así. La motivación en el aula es siempre más sencilla porque al estar físicamente con ellos es otra cosa. Quizás se complique al tener que estar todos mirando al frente; por ejempo, para trabajar una asignatura como la mía (Plástica) va a ser difícil esa ubicación, sin poder compartir. De todos modos, hay que buscar caminos para motivar tanto presencialmente como online, y en ambos casos es posible, claro. Tiene mucho de acompañar al alumno, estar cerca de él, que se sienta escuchado, que exista un trabajo conjunto... Durante el tercer trimestre (ya lo hacía antes y lo sigo haciendo) yo estuve en contacto con ellos a través de WhatsApp.

-En cuanto a la propuesta de reducir materia para el próximo curso, ¿lo ve viable?

-La materia es desbordante; ya en un curso normal hay muchísima materia. Creo que lo importante es dar los temas bien y en condiciones. Es un trabajo del departamento: hay unos informes elaborados y hay que tenerlos en cuenta.

-¿Debe haber una parte del curso para la materia que quedó sin dar, según se había acordado a finales del anterior?

-Sí, hay que revisar lo que se llegó a dar y lo que no. Hay que establecer una programación equilibrada en base a lo impartido el año pasado y el nuevo curso. Yo diría evitar llenar el curso de contenidos y conseguir algo equilibrado teniendo en cuenta las carencias del año anterior. En base a esto habrá que reforzar ciertos temas.