Considera el profesor vigués Xavier Estévez, con varias décadas de docencia en su currículo y varios libros publicados, que la incertidumbre en este inicio de curso "es inadmisible después de haber tenido varios meses para plantear todos los escenarios posibles, sembrando dudas a las familias de cómo resolverán la conciliación familiar a partir de unos días". Y con la responsabilidad organizativa volcada en los centros educativos, en cada uno de ellos, añade el docente.
-¿Ve posible un inicio de curso 100% presencial?
-Veo posible un inicio de curso presencial, aunque posiblemente, tal y como ha sucedido en Alemania por ejemplo, algunos centros irán cerrando a medida que surjan casos de afectados por Covid en la comunidad educativa. Sería, a mi modo de ver, nefasto el volver a las clases online por un período largo de tiempo. Volveríamos a tener los mismos problemas que en el tercer trimestre del curso pasado, con niños "desenganchados", a lo que tendríamos que añadir familias que no tendrían que estar necesariamente confinadas. Con padres trabajando, ¿qué se hace con los niños en casa? ¿dejarlos solos?
-En Alemania, por ejemplo, con regreso presencial ha habido positivos, cuarentenas y algún que otro cierre de centros. ¿Podría pasar?
-No podemos saberlo, pero todo indica que sí. Algunos centros se irán confinando, pero serán, así lo espero, menos de los esperado y en zonas muy localizadas. Lo que está claro es que el virus, en este momento, no sabe de territorialidad. Hay provincias con numerosos casos y otras en las que no hay apenas presencia del coronavirus. Resulta complicado, por no decir absurdo, en estas circunstancias, tomar medidas que afecten a todo el conjunto nacional (o autonómico). Las medidas deberían ser más a nivel local.
-¿Qué sería irrenunciable?
-Las decisiones a nivel local no quitan que se pueda, y deba, tomar medidas largo tiempo solicitadas como el descenso de la ratio de alumnos por aula. Este es el momento idóneo, aunque en realidad todos lo son, para invertir en educación. Es urgente aumentar su presupuesto porque muchas de las medidas a tomar, (lógicas, sensatas y necesarias), no se podrán llevar a cabo si no van acompañadas de una mayor inversión, tal y como la reducción de la ratio.
-¿Qué le parece la obligatoriedad de las mascarillas a partir de los seis años, con opción desde los tres si es posible?
-Tengo la impresión de que los políticos que toman estas medidas no han visto un aula en su vida, y no tienen claras las dinámicas que en ellas se producen. El uso de mascarillas en todo el horario escolar, me temo que será de difícil cumplimiento...
-¿Facilitaría las cosas un curso planteado con asistencia al centro en días alternos, combinando presencialidad con on line?
-Surgió esa posibilidad y es muy posible que acabe implantándose a partir de ciertas edades. Es una medida que facilitaría el descenso del número de alumnos por aula, pero que a su vez plantería nuevos problemas. Si el profesor/a cumple su horario laboral en el aula, ¿cuándo dedica su tiempo a clases on line?, ¿y con qué medios?
-¿Ve viable las aulas burbuja
-¿Se podrán hacer aulas burbuja? Siendo una idea que no debe desestimarse, es también difícil de llevar a cabo. Los alumnos/as deben ir al baño, deben ir al recreo, interaccionan entre ellos (muchos tienen hermanos, primos?), los profesores especialistas deben entrar en el aula? Un aula burbuja que no se relacione con ninguna otra no solo es complicado sino que tampoco tengo claro que sea beneficioso para el desarrollo de los niños/as según su edad. Además, ¿tiene algún sentido cuando los niños y niñas, o adolescentes, fuera del horario escolar siguen con una vida "normal"? ¿Cuando siguen yendo al parque, o a la playa, o no dejan de estar en grupo? Volvemos a lo ya dicho, no es sensato tomar unas medidas dentro de los centros escolares que después no se toman fuera.
-¿Es posible escalonar entradas y salidas?
-Escalonar las entradas y salidas del alumnado es posible e incluso deseable. Pero para ello es necesario también tener en consideración a las familias. No debemos olvidar la conciliación familiar. Muchos padres y madres están supeditados al horario laboral. La solución de unos problemas no debería general otros nuevos.
