Los niños y adolescentes que participaron en 22 campamentos de verano este año en el área de Barcelona tienen una tasa de contagio muy inferior a la media en comparación con las poblaciones de su entorno, según los datos preliminares de un estudio elaborado por el Hospital Sant Joan de Déu de la ciudad condal.

En las cinco semanas que duró la investigación "Kids Corona", en la que han participado más de 1.900 críos y monitores de 22 campamentos de Barcelona, los científicos detectaron un total de 39 casos de coronavirus de nueva aparición, 30 de ellos en niños y que tuvieron un total de 253 contactos, de los que en solo doce hubo transmisión.

Esto quiere decir que los niños participantes en el tranajo transmitieron la enfermedad a otros menores y adultos con un número básico de reproducción local (R0) del 0,3, unas "seis veces inferior" al de la población general en esa área geográfica que en ese momento se situaba entre el 1,7 y 2.

Aun así, los autores de este estudio indican que los resultados del mismo no son "directamente extrapolables" a los entornos escolares porque las actividades de estos campamentos se realizaron en su mayoría al aire libre y en grupos de menos de diez niños.

"Los niños tienen la capacidad de infectarse, ahora hemos visto que tienen la capacidad de transmitir, pero si hacemos las cosas con una serie de estrategias probablemente la trascendencia de la apertura de las escuelas puede ser poca y las podremos abrir de forma segura y con unas tasas de infección y de transmisión lo más bajas posible", afirma la doctora Iolanda Jordan, una de las autoras.

Del estudio también se desprende que los niños de menos de 12 años tienen la misma capacidad de transmitir el Covid-19 que los que tienen edades comprendidas entre los 13 y los 17 años.

El monitoreo de los niños se hizo mediante pruebas PCR de saliva, una elección que han justificado basándose en que es menos molesta que las PCR nasofaríngeas que se realizan habitualmente, pero igualmente fiables.

El estudio también certifica la validez de los grupos burbuja y el lavado de manos como medidas de cara al próximo curso escolar. En este sentido, los investigadores señalan que los grupos burbuja "muy probablemente" han conducido a esas tasas tan bajas de transmisión y que en aquellos centros de recreo en los que el lavado de manos era frecuente (más de cinco veces al día) las tasas de infección eran "nulas" o las más bajas registradas.

Con todo, los resultados de este estudio todavía están pendientes de las pruebas serológicas que se han realizado a propósito del mismo y que podrían suponer "alguna variación".