Galicia se ha sumado a la tendencia de la mayoría de las comunidades autónomas y ha ampliado el uso obligatorio de la mascarilla, que ya a partir de esta medianoche se exigirá en todas las circunstancias y momentos -al aire libre y en espacios cerrados- con independencia de que se pueda guardar la distancia de seguridad de 1,5 metros. Las excepciones serán muy pocas: los pacientes con problemas respiratorios, familiares bajo el mismo techo, durante el consumo en establecimientos de hostelería, en la práctica de deporte al aire libre -siempre que se haga de forma individual-, y en piscinas y playas, pero solo para tomar el sol o bañarse, ya que en el caso de dar un paseo por la orilla o por los espacios verdes de las piscinas, será obligatorio también su uso. Incumplir estas normas conllevará una sanción de 100, que es el importe marcado por la regulación estatal en del decreto de la nueva normalidad.

Además, la Xunta prohibirá el botellón en toda Galicia por razones de salud pública también a partir de esta medianoche. Solo se podrá beber alcohol en terrazas y en los recintos de las fiestas u otros eventos autorizados.

Estas nuevas medidas de prevención se adoptaron ayer en el Consello de la Xunta, en su primera reunión tras las elecciones del domingo y que, por estar en funciones, tiene limitadas su competencias. No obstante, el presidente, Alberto Núñez Feijóo, argumentó que el Ejecutivo no podía abstraerse de seguir tomando decisiones ante la pandemia.

La regulación sobre los ampliados supuestos de uso obligatorio de la mascarilla se publicará hoy en el Diario Oficial de Galicia y entrará en vigor esta noche. En cuanto a su duración, al menos será durante todo el verano. "Si las cosas cambian, lo veremos después del verano, pero ahora es imprescindible su uso. Todos los expertos coinciden en que la utilización generalizada de mascarillas se está mostrando como una de las medidas más eficaces para evitar la transmisión del virus", señaló Feijóo.

Hasta el momento, su empleo al aire libre estaba vinculado a la imposibilidad de guardar la distancia de seguridad. Pero a partir de ahora tendrá que usarse mascarilla en todo momento, tanto en espacios cerrados como abiertos, con muy pocas excepciones. Para las personas con dolencias respiratorias, los núcleos familiares y los restaurantes y bares no hay cambios, pero sí los hay en playas y piscinas. Guardando la distancia de seguridad se puede estar sin mascarilla, pero siempre que se está sentado o tomando el sol, sin moverse, lo mismo que para bañarse. Pero si se da un paseo, si hay desplazamientos que no sean para ir al agua, entonces será obligatorio.

En cuanto al deporte, también se exigirá la protección facial si la actividad se realiza en la proximidad de más gente. Como cuando se corre por un paseo marítimo o en un parque.

Otra medida aprobada ayer tiene que ver con el consumo de alcohol. Queda totalmente prohibido en las vías públicas -salvo en los espacios autorizados- por motivo del coronavirus, por lo que supone poner final al botellón, que se ha revelado, junto con el ocio nocturno y los casos importados, como los fenómenos que más problemas causan actualmente en el control de la pandemia.

Los ayuntamientos de las ciudades ya tienen restringido el botellón, pero la inmensa mayoría de los concellos carece de ordenanzas al respecto. Ahora, la Xunta asume el mando, prohibiéndolos, aduciendo razones de salud pública, lo que le permite así ejercer en el ámbito de sus competencias.

El Gobierno gallego también recomienda evitar la organización de "fiestas masivas" en domicilios particulares a lo largo del verano. En este caso se trata solo de un consejo, dado que el Gobierno gallego no puede prohibirlas porque afectaría a un derecho fundamental.

El presidente de la Xunta en funciones, aprovechó también para criticar al Gobierno por el "error estratégico" de no tener un plan nacional frente a brotes de coronavirus ni instrumentos jurídicos para el confinamiento, por lo que España está "sin red" para garantizar la salud pública.

Consideró necesario un plan de brotes para toda España y una modificación de la Ley Orgánica de Salud Pública para que las autonomías no tengan dificultades, como en Cataluña, y puedan confinar a la población ante un rebrote en su territorio sin necesidad de tener que ir al juzgado.

Por otra parte, la Xunta ha habilitado un número de teléfono (881-00-20-21) para que las personas que lleguen a Galicia procedentes de otros territorios se pongan en contacto y faciliten información sobre su estancia en la comunidad en aras de controlar posibles infecciones de Covid-19. Feijóo indicó que "lo óptimo" sería que toda persona que llegase de viaje llamara a ese número para aportar datos sobre su estancia en la comunidad.