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Una campaña que sí fue decisiva

El Covid-19 fue un "alto en camino" en la construcción del voto, según expertos E Feijóo y Pontón generaron todavía más "confianza"

Una imagen del debate electoral del pasado 29 de junio. // CRTVG

El Covid-19 fue un paréntesis en las vidas. Cambió la economía y la manera de relacionarnos. Y también la forma de hacer política. Los mítines multitudinarios se transformaron en actos minimalistas a pie de calle, conferencias, reuniones, entrevistas y más contenido en las redes sociales. Pero, además, también cambió el mensaje, ante las nuevas y crecientes preocupaciones de los ciudadanos. Unos partidos supieron adaptarse a la nueva normalidad; otros fracasaron en el intento. Por eso esta campaña sí que fue decisiva.

Para los expertos, la carrera a la Xunta cambió con la irrupción de la pandemia. "El Covid-19 fue un alto en el camino, introdujo nuevos referentes para los ciudadanos", opina María Pereira, profesora de Ciencias Políticas en la USC. A partir de ese momento, los gallegos construyeron su voto en función de la "confianza y seguridad" que transmitieron los candidatos. Y los que mejor gestionaron esas emociones , apoyándose en determinadas políticas sociales, fueron los que se llevaron el gato al agua. Empezando por Núñez Feijóo y terminando por Ana Pontón, aunque con estrategias distintas. "El PPdeG fue capaz de nutrir esos elementos, aunque en la última semana tuvo algo de miedo de que la gente no fuera a votar. Y el BNG llevaba ya un tiempo construyendo esa posición, con una candidata mucho más emocional", explica Pereira.

Para Ignacio Lago, docente de Ciencias Políticas en la Universidad Pompeu Fabra, el objetivo del PPdeG era "no fallar, una campaña de baja intensidad, en la que nada fuera relevante". Por eso cree que la campaña fue "decisiva", empezando por el debate, sobre la decisión de los votantes de las mareas: "Los resultados fueron lo que decían las encuestas; lo único para lo que sirvió la campaña, que no es poco, fue para redifinir el bloque de la izquierda". Y "está claro" que el que hizo una "mejor estrategia" y mostró más "unidad" fue el Bloque.

Según Lago, la esencia fue la estrategia en clave gallega que adoptaron tanto Feijóo como Pontón las últimas dos semanas, a diferencia de la táctica en clave nacional que apadrinaron PSdeG y Galicia en Común, "aprovechándose" de su gestión a nivel nacional. "Parecía que la candidata era Yolanda Díaz", apunta.

Otro de los efectos fue la división de los partidos: "El BNG fue un partido muy unido en torno a su líder. Pero ese no fue el caso de los socialistas. La movilización de los concellos fue muy diferente. Por eso le fue bien en Vigo y muy mal en Santiago", argumenta Lago, que cree que "desde la organización no hubo apoyo a Gonzalo Caballero", quien tampoco mostró más "liderazgo" que Pontón para dirigir la Xunta.

Pereira está de acuerdo con que fue una "equivocación", queriendo ocupar un espacio en el que Pontón estaba mejor posicionada. En vez de competir por el centro, el cual dejó "descuidado", y permitió a Feijóo mantener la presidencia por tercera vez.

Sin embargo, el descalabro de Galicia en Común "era anunciado", expresa Pereira y asiente Lago. La campaña le privó de lograr "dos o tres" escaños. Pero los problemas venían de antes y "los tienen dentro de la organización". "Se les fue de las manos", dice ella. Mientras que Lago apostilla: "Si un partido muestra división interna, está muerto. En cuatro años se dedicaron a todo menos a hacer política para los ciudadanos. Es difícil hacer peor las cosas".

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