El obligado recurso a la teleenseñanza durante el confinamiento por la pandemia fue más llevadero en centros que ya tenían parte del camino hecho, por su apuesta por el libro digital, como argumentaban desde el CEIP San Benito de Lérez, en Pontevedra, donde consideraron una "ventaja" el funcionar con E-dixgal. No obstante, y aunque el balance general de su utilización es "muy positivo", el libro digital, que el curso pasado permitió a 27.000 alumnos de 5º y 6º de primaria y de 1º y 2º de ESO olvidarse de las pesadas mochilas de sus compañeros, tiene sus luces, pero también sus sombras, como permite constatar una investigación que revela que a la par que fomenta el trabajo colaborativo o hace las clases "más amenas e interesantes", no está libre de puntos negativos, que suelen a ir asociados, según el trabajo, a dificultades de conexión y problemas técnicos de los equipos e infraestructura, pero también del lado de los niños, dado que el hecho de disponer de un "amplio y fácil" acceso a redes puede distraerlos.

La investigación, publicada en la Revista Galega do Ensino, Eduga parte de una encuesta realizada a 123 docentes -en su mayoría mujeres, de centros públicos y tutoras de quinto y sexto de educación primaria en un tercera parte de los casos- de once centros educativos que tienen acceso al libro digital y que reciben formación específica, pregunta a los docentes por su grado de satisfacción con esta nueva herramienta pedagógica y dos de cada tres se declaran satisfechos y uno de cada cuatro muestra más entusiasmo y se confiesa "muy satisfecho".

La cuestión de las ventajas e inconvenientes es una pregunta abierta en la que la investigación destaca, en el listado de los pros, que eleva el interés y la motivación, que los ejercicios son más amenos, que las familias se ahorran el precio de los libros y que se puedan involucrar más con sus hijos, que promueven el trabajo colaborativo e incluso el pensamiento crítico y que posibilitan una corrección "inmediata". Además de que están "adaptadas a los nuevos tiempos". Precisamente el estudio enfatiza cómo docentes, alumnos y familias están satisfechos de cómo se va desarrollando su implantación y se muestran "optimistas" hacia el futuro, "y más en los momentos virtuales en los que nos encontramos", señala el artículo que, bajo el título de "Están formados os educadores para traballar con E-Dixgal no ensino?", firma Eduardo R. Rodríguez, del CEIP Raquel Camacho, en A Coruña).

Para el autor, la encuesta demuestra que la utilización de las tecnologías de la información y de la comunicación como recurso educativo aporta beneficios para el profesorado, pero también el alumnado trabaja "más motivado". A unos y otros, explica, les permite "muchísimas posibilidades" de las que hasta ahora no disponían, por ejemplo, los alumnos pueden, señala, "adiestrar y potenciar su busca de información de forma individual, trabajar más la creatividad y ser más participativos" y facilita el trabajo en varios formatos de grupos. Los docentes, añade, también ven "muy positivo" el poder elegir entre diferentes materiales editoriales y el poder mezclarlos

Por el contrario, indica entre las dificultades que "en ocasiones "el profesorado tiene con la conexión o que falte profundizar en la formación que le permita manejar de "manera más eficaz y concreta" la plataforma de herramienta de autor del contorno virtual de aprendizaje. Otro problema, el "mayor", que encuentra la investigación, es la elección de tutores "comprometidos" a desarrollar el proyecto. "La adaptación", señala el artículo, "puede ser complicada y en ocasiones provoca que el ritmo de enseñanza resulte lento".

Entre los aspectos técnicos, que llegan a provocar, literalmente, momentos de "desesperación" con los equipos, se mencionan entre los "peros" que los docentes no están habituados a trabajar con el sistema Linux, que es el que se utiliza, que la conexión va lenta "en ocasiones", que los equipos son "frágiles" o el "filtrado" de información.

Pese a todo, la balanza se inclina hacia los pros: se concluye que el libro digital es "reconocido por todo el profesorado como una oportunidad irreversible de transformación del marco académico actual".