La Confederación de ANPA Galegas urgió ayer a la conselleira de Educación, Carmen Pomar, a trabajar o a dimitir, pero "cuanto antes". Estas agrupaciones de progenitores de la pública reclaman que se inicie cuanto antes un "diálogo" para trabajar en organizar el próximo curso y que Educación "se responsabilice de lo que vaya a suceder a partir del 10 de septiembre".

En un comunicado, aseguran que el próximo curso va a comenzar con el alumnado en aulas presenciales y "con una enorme inseguridad" por parte de alumnado, familias y docentes, que consideran que tienen "derecho" a saber cómo se va a organizar, qué procedimientos sanitarios permitirán detectar casos del coronavirus o qué planes impedirán que el alumnado "vuelva a estar abandonado".

También desde la CIG se urge a la consellería a actuar. El sindicato exige la apertura de negociaciones para el desarrollo del próximo curso, dado que, señalan, han pasado tres semanas de la última mesa sectorial, donde no se abordaron las medidas con las que Galicia va a afrontar en septiembre el regreso a a las aulas. El sindicato defiende que, en todo caso, esas medidas deben pasar por el aumento del profesorado y la disminución de las ratios como "principales garantías sanitarias para toda la comunidad educativa".

En protesta por la "parálisis" de la consellería, que sería, dicen, una "excepción" en el marco estatal, dado que otras se han sentado ya a negociar, la CIG convoca hoy protestas, entre ellas una concentración ante la sede de Educación en San Caetano.