El desfile de pesos pesados del partido socialista de cara a impulsar a Gonzalo Caballero en la campaña electoral trajo ayer a Galicia al expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que hizo un llamamiento a la Galicia "viva, abierta y progresista" para ir a las urnas en las "elecciones más importantes" de la historia de la comunidad.

La Alameda compostelana fue el escenario escogido para su primer acto electoral desde el confinamiento, en donde el expresidente apeló al espíritu del movimiento social que despertó el Prestige para pedir a los gallegos comparecer "votando" al PSdeG el 12 de julio. "Es un día en el que Galicia puede recuperar el alma que la ha caracterizado como una sociedad que no se deja engañar, que lleva el Nunca Máis hasta sus últimas consecuencias", afirmó Zapatero.

"Hay una mayoría progresista en Galicia, quizás por eso la prisa del PP de, casi sin terminar el estado de alarma, convocar las elecciones", aseguró convencido de que "si el electorado se moviliza como en los últimos comicios y como en el Nunca Máis, el 12J Feijóo puede pensar en otra cosa".

Frente al popular, Zapatero defendió a Caballero como un político que "siente lo que dice". "A mí nunca me han gustado los candidatos de piedra o hielo. Hay que gobernar sintiendo lo que se dice. Solo uno se hace cargo de lo que la gente vive, sufre, cuando lo siente de verdad", expresó el expresidente.

En un discurso con múltiples referencias al coronavirus, con una crisis que marcará "un antes y un después", Rodríguez Zapatero insistió en la necesidad de que la respuesta deberá ser la de "una sociedad más solidaria que nunca". En esta línea, subrayó que en ningún otro momento se van a tener por delante unos años para hacer de las políticas sociales "el centro de todas las políticas", concluyó aseverando que estas son sinónimo de su partido.