El monasterio de San Lourenzo de Carboeiro, en Silleda, es uno de los principales reclamos turísticos de la comarca dezana y uno de los monumentos más característicos del arte medieval gallego. Declarado Bien de Interés Cultural (BIC), data del siglo X y su época de mayor esplendor se sitúa en torno a 1131 y duró hasta el siglo XVI, cuando fue relegado a la categoría de priorato como granja de San Martiño Pinario (Santiago) y ya en 1863 quedó en estado de absoluto abandono.

Los trabajos de rehabilitación impulsados por la Consellería de Cultura, con una inversión de 325.000 euros, permitieron reparar la cubierta del cenobio, mejorar las ventanas de las torres para evitar la entrada de agua, así como la adecuación y consolidación de los muros en mal estado o la limpieza de las fachadas. En las conclusiones aportadas por los arqueólogos que supervisaron las actuaciones se constata un dato revelador: un incendio cuya fecha no pudo ser determinada con exactitud.

En el informe científico se indica que durante la recuperación de los muros perimetrales -fue preciso desmontar parámetros para reparar las deformaciones provocadas por la vegetación y evitar futuros problemas- se localizó una zona interior compuesta por una gran cantidad de pedazos de teja "mezclados con tierra negra carbonizada". Este hallazgo es para los arqueólogos procedente de una reforma efectuada en su momento en la cubierta de alguna de las dependencias del monasterio "tras sufrir un gran incendio en algún momento de su historia". De todos modos, insisten en que resulta "imposible determinar el momento exacto en el que las llamas provocaron los daños".

El proyecto de la administración autonómica incluyó además la rehabilitación de la cubierta de la de la antigua casa monacal, en la que se solucionaron los problemas de humedad, y se recuperaron las pinturas murales del interior de la iglesia por medio de una limpieza mecánica, protección de las policromías y la eliminación de la colonización biológica de los paramentos y en las pinturas murales. También se eliminaron los morteros inadecuados y se comenzó con la consolidación y fijación de las pinturas. Otro elemento artístico singular en el que se actuó es la portada sur. Después de tomar datos y de un análisis exhaustivo, se realizó la limpieza mecánica con la que se eliminó la colonización biológica y también se consolidó el material pétreo. Se eliminaron todos los morteros de cemento y se repusieron con morteros tradicionales de cal. Finalmente, se llevó a cabo la limpieza de policromías y su fijación

El proyecto se enmarca en el plan de puesta en valor de bienes de interés cultural vinculados al Camino de Santiago; en este caso a la Vía de la Plata.