El fenómeno okupa se ha trasladado a las ciudades e incluso a urbanizaciones de lujo. Ahora quienes buscan asentarse en una vivienda de manera ilegal ya no solo se fijan en la periferia o en barrios marginales, sino que han puesto en el punto de mira propiedades vacías en los cascos antiguos y en zonas atractivas para el mercado inmobiliario. Más de una treintena de puntos calientes de okupas han sido identificados por el sector en las ciudades gallegas, con A Coruña a la cabeza con un total de ocho zonas marcadas en rojo.

Con la crisis del Covid-19, las ocupaciones se han multiplicado. Galicia ya no es ajena al asalto de pisos, casas e incluso mansiones deshabitadas. En la actualidad, más de 400 viviendas han sido ocupadas de manera ilegal en Galicia, un balance que sumará nuevos casos en los próximos meses por el impacto económico de la pandemia. Las ocupaciones de viviendas vacías, que en la comunidad ya superan las 330.000, llegan al semicentro y centro de ciudades como Vigo, A Coruña, Santiago o Ourense.

Empresarios inmobiliarios advierten de que la impunidad okupa se está trasladando a los principales municipios de costa. Una situación que lleva aparejados presuntos e ilegales subarriendos en algunas propiedades ocupadas a personas en situación de marginalidad.

De las siete ciudades gallegas, A Coruña suma ocho puntos calientes de ocupaciones ilegales. En Vigo, las tres áreas con más conflictos por el fenómeno okupa son Travesía de Vigo, Teis y Calvario. En Santiago y Ourense son seis los principales objetivos de los okupas. En Lugo, las irrupciones en pisos desocupados proliferan en cuatro zonas, al igual que en Ferrol.

Objetivos

El principal objetivo de los okupas son las viviendas adjudicadas a las entidades financieras ya que estas suelen tardar semanas, o incluso meses, en detectar que el inmueble ha sido ocupado. El sector inmobiliario estima que aproximadamente un 60% de las viviendas ocupadas en Galicia de procedencia bancaria y Sareb. El resto son de particulares, fondos y administraciones públicas.