Diferenciarse y apostar por la calidad de los productos constituyen dos de los pilares de la estrategia de la Consellería de Medio Rural para que el sector primario se recupere de la crisis causada por el coronavirus. Dar salida a los alimentos de la huerta gallega en mercados "singulares" renovados es una prioridad de sus planes y para fomentarlos destinará 2,3 millones de euros a ayudas para poner en marcha ese tipo de puntos.

El departamento dirigido por José González destina 10,2 millones dentro de los 165 de su plan de reactivación postCovid-19 a "promoción, comercialización e internacionalización". De esa primera cifra, 2,3 millones subvencionarán en parte la "creación de mercados singulares en localizaciones emblemáticas de las cuatro provincias", según explican fuentes de Medio Rural. Pretenden "prestigiar y poner en valor" la producción agroalimentaria de Galicia, por lo que uno de los requisitos para recibir ayuda económica y diferenciarse como mercado singular será que los productos alimentarios vendidos "estén vinculados a la marca Galicia Calidade".

Las ayudas, cuya fecha de lanzamiento no está definida a las puertas del inicio de la campaña esta semana para los comicios del 12 de julio, estarán dirigidas a ayuntamientos, asociaciones, fundaciones y entidades privadas sin ánimo de lucro. La idea es cofinanciar las obras para poner en marcha mercados con un diseño innovador que sirva de polo de atracción de visitantes y turistas.

La Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader) y la Axencia Galega da Calidade Alimentaria serán las entidades que gestionarán estas ayudas.

Durante el confinamiento impuesto por el estado de alarma, Medio Rural también impulsó un sistema para facilitar el contacto entre los productores de alimentos gallegos y los supermercados. Alrededor de 450 agricultores y ganaderos dieron salida a sus productos mediante Mercaproximidade.

Si en los nuevos "mercados singulares" solo se podrán vender productos asociados a Galicia Calidade, en Mercaproximidade también se obligó a identificar en los supermercados qué alimentos habían llegado a sus estanterías directamente de pequeños agricultores y ganaderos. En muchos casos se analiza el mantenimiento de este modelo.