La Xunta se ha topado con una oposición absoluta por parte de la profesión médica a su medida de premiar con un bono de 250 euros, para gastar en restaurantes, viajes y hoteles, a los trabajadores sanitarios, de residencias y de centros de atención a la discapacidad por su lucha en primera línea contra el coronavirus. El Consello Galego de Colexios Médicos expresó ayer su "más rotundo rechazo" por una propuesta que considera "singular", "frívola", "poco seria" e "improvisada". También comunicaron su desacuerdo, en similares términos, el sindicato médicos CESM y la Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria (Agamfec).

El pago de este bono a 20.000 trabajadores sanitarios y de servicios sociales fue anunciado el viernes por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tras ser aprobado en la reunión semanal del Ejecutivo gallego, justificando el desembolso total de 5 millones de euros como una muestra de agradecimiento "muy modesto" su labor contra la pandemia, pero también como método para "incentivar el consumo" en el sector servicios de Galicia, muy dañado por el cierre que supuso el estado de alarma.

Estos 20.000 trabajadores podrán gastar esos 250 euros mediante una tarjeta monedero entre el 15 de julio y el 13 de diciembre en restaurantes, bares, agencias de viaje y hoteles de la comunidad, si bien los establecimientos que se adhieran a este sistema deberán aplicarles un 15% de descuento.

Pero la medida no ha gustado absolutamente nada a los cuatro colegios oficiales de médicos de Galicia, que se han visto "obligados" a comunicar a la opinión pública su total disconformidad con esta gratificación. "Nuestra deontología y nuestro juramento hipocrático nos impiden aceptar propinas como esta", censura en un comunicado el Consello Galego de Colexios Médicos, presidido por Isidro Lago, no sin antes recordar que la organización está integrada por 13.000 facultativos.

Destaca también que los sanitarios, "en unas condiciones muy difíciles y con un escandaloso déficit inicial de material de protección", cumplieron con su obligación en estos meses de crisis sanitaria y que lo dieron "todo" con una entrega llevada "al límite" y arriesgando su propia salud. Por ello, ahora reclaman "dignidad y no frivolidad; estabilidad en el trabajo, no contratos temporales; y recursos suficientes" para desarrollar su trabajo en las mejores condiciones de seguridad y eficiencia.

Los médicos trasladan su solidaridad con el sector de la hostelería -donde se iban a gastar los 5 millones de euros-, pero consideran que la Xunta tiene otros medios para echarle una mano "sin caer en medidas poco serias y que suenan a improvisación"

Por su parte, CESM expresó su rechazo con la misma dureza al "bono propina" y recomienda al Gobierno gallego que si quiere reconocer la "ingente labor" desarrollada por el personal médico "revierta todos los recortes salariales, sociales y asistenciales" desde 2009 y ponga fin a la "precariedad en la contratación para contar con condiciones laborales dignas y estables, con listas de contratación de facultativos hospitalarios transparentes y que introduzca mejoras en la atención de los pacientes.

Agamfec no se quedó atrás en sus críticas. "Este tipo de medidas populistas nos dan vergüenza y nos retrotraen a los bocadillos de las manifestaciones franquistas y las megacomilonas que organizaban Fraga o Baltar en sus políticas populistas y de mendicidad electoral", reprocha en un comunicado.