Ante el desplome de la natalidad en Galicia, que ha registrado sus peores cifras desde 1941, es la llegada de inmigrantes la única causa de que la comunidad autónoma haya ganado población el pasado año, rompiendo además con el descenso continuado iniciado en 2012. A 1 de enero de este año, Galicia contaban con 2.702.244 habitantes, tan solo 1.803 residentes más que doce meses antes, según los datos difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística.

De no ser por la inmigración, la comunidad gallega tendría 15.631 ciudadanos menos, que es la diferencia entre las defunciones (31.232) y los nacimientos (15.601) registrados durante 2019. Así que un año más, los extranjeros son los que atenúan la caída o, como ha sucedido ahora, sustentan el crecimiento poblacional.

Porque Galicia registró un saldo migratorio positivo con el extranjero de 16.866 personas -8.384 de ellas menores de 30 años-, lo que supone un aumento del 13,38% respecto al año anterior. En total, en 2019, llegaron 24.698 personas a la comunidad desde el extranjero y, de estas, el 26,47% fueron españolas y, el 92%, menores de 65 años. Por contra, salieron 7.832 personas.

En términos netos, la mayor aportación de residentes llegó de Sudamérica, con 9.176, de los que 3.850 proceden de Venezuela y 2.254 de Colombia.

Este saldo migratorio positivo con el extranjero se produjo en las cuatro provincias: 6.727 en A Coruña, 5.685 en Pontevedra, 2.409 en Ourense y 2.045 en Lugo.

Esta cifras suponen que se mantenga la tendencia ascendente y que se anote el mejor saldo desde que se inició la serie histórica en 2008. Así, en 2019, la comunidad gallega fue la octava que presentó un mayor saldo migratorio, por detrás de la Comunidad de Madrid (93.128), Cataluña (90.918) y la Comunidad Valenciana (57.220). En cambio, La Rioja (2.499), Ceuta (713) y Melilla (115) presentaron las menores cifras.

Adicionalmente, el saldo migratorio en relación a trasladados entre comunidades autónomas ha ascendido a 676 personas -507 de ellas con nacionalidad española- frente a las 371 de 2018. Esto ha supuesto que Galicia haya sido la sexta comunidad en la que mayor ha sido esta diferencia, tras la Comunidad de Madrid (4.442), la Comunidad Valenciana (3.363) y las Islas Baleares (1.837). Mientras, los peores resultados se registraron en Extremadura (-2.561), Cataluña (-2.586) y Castilla y León (-2.945).

Mediante el efecto conjunto del crecimiento vegetativo y el saldo migratorio con el extranjero y otras comunidades, el INE ha determinado el crecimiento o decrecimiento de la población de cada comunidad, al que se aplica un ajuste estadístico de población. De este modo, el INE ha detallado que el crecimiento poblacional relativo de Galicia ha ascendido un 0,07% y se sitúa por debajo de la media nacional (0,81%).

No obstante, este aumento es el más bajo de todas las comunidades, aunque hay otras tres (Extremadura, Asturias y Castilla y León) que vieron mermada su población.

En el conjunto de España, los residentes subieron en casi 393.000 en 2019 hasta alcanzar los 47,3 millones. Este ha sido el crecimiento más elevado desde 2008, cuando la población aumentó en 570.333 personas, y que se ha superado la barrera de los 47 millones por primera vez en la cifras de población a 1 de enero.

En términos relativos, la tasa de crecimiento anual de la población se ha acelerado desde el 0,6% de 2018 hasta el 0,84% registrado en 2019. En concreto, el aumento poblacional fue motivado por un saldo vegetativo negativo de 57.146 personas (357.924 nacimientos y 415.070 defunciones) compensado por un saldo migratorio positivo de 451.391 personas (hubo 748.759 inmigraciones procedentes del extranjero y 297.368 emigraciones con destino a otros países).

El INE concreta que el crecimiento poblacional de España se debió al aumento de la población de nacionalidad extranjera, ya que la de nacionalidad española se redujo. De hecho, el número de extranjeros aumentó en 395.168 personas durante 2019 hasta sumar 5.235.375. Así, por primera vez desde 2013, se superaron los cinco millones de extranjeros. No obstante, la población de nacionalidad española se redujo en 2.247 personas debido a un saldo vegetativo negativo de 106.853 personas. La población se redujo en más de 97.900 personas si solo se contabilizan los españoles nacidos en España.

Asimismo, los mayores incrementos se registraron en la población colombiana (62.355), venezolana (53.288) y marroquí (47.346) frente a Rumanía (-3.250), Ecuador (-1.769) y Bulgaria (-389).