El Covid-19 obligó a dejar en el almacén picos, palas, hormigoneras y excavadoras. En plena pandemia, la producción de la construcción en Galicia cayó un 40% y la jornada laboral se redujo hasta un 80%, una situación que se agravó con el parón total de la actividad en vísperas de Semana Santa y que provocó un paréntesis en todas las obras públicas y civiles. En los primeros cuatro meses de 2020, tocados de lleno desde mediados de marzo por la crisis del coronavirus, las administraciones sacaron a concurso en Galicia contratos por un importe de 205,5 millones de euros, casi un 29% menos que el mismo periodo de 2019 (entonces fueron más de 289 millones). Solo la provincia de Lugo se salvó de los efectos del Covid-19 en el sector de la construcción, con un aumento de la licitación entre enero y abril del 6,17%. Por el contrario, los proyectos inversores en las otras tres provincias sufrieron una caída respecto al mismo periodo del año pasado, con Pontevedra a la cabeza (-58,27%), seguida de Ourense (-21%) y, finalmente, A Coruña (casi -12%), según datos de la Federación Gallega de la Construcción.

En el arranque del año, los concellos fueron la administración que tuvo que meter más tijera a nuevos contratos, con un desplome del volumen inversor de casi el 52% -pasaron de más de 90,3 millones en el primer cuatrimestre del ejercicio pasado a apenas 43,6 millones ese año-. Las diputaciones le siguen en el recorte de obra pública en Galicia con un -38,5% -un total de 14,6 millones frente a los 23,8 de 2019-. La caída de proyectos sacados a concurso por parte la Xunta rozó el 24%, de más de 122 millones hace un año a unos 93 en el primer cuatrimestre de 2020. Y desde el Estado, el descenso ronda el 5%, con 48,7 millones licitados entre enero y abril frente a los casi 51,2 de hace un año.