Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta y candidato a la reelección del PP, y Vox mantienen su cruce de declaraciones, que han pasado de ataques de los segundos a una nueva declaración de intenciones, un acercamiento tras la convocatoria de las elecciones autonómicas el 12 de julio. El líder popular recibirá el apoyo de Vox en el Parlamento si lo necesita y estos logran representación con el objetivo de frenar a la "extrema izquierda".

El presidente de Vox, Santiago Abascal, tendió puentes ayer con Feijóo, al que consideró "nacionalista" como un reproche en anteriores ocasiones. "Feijóo necesita vigilancia para no decir estas tonterías y no hablar en nombre de todos los gallegos", expuso el dirigente, cuya formación carece de candidato a la Presidencia de la Xunta y representación autonómica, provincial y municipal.

El líder de los populares gallegos volvió a marcar distancias con un partido al que acusa de buscar apartarlo de la Xunta, pese a que le ha garantizado su apoyo en caso de perder la mayoría absoluta en favor de una alianza de izquierdas. Feijóo quiere, de esa manera, evitar fugas de su electorado, pese a que Vox le ha permitido a su partido gobernar Andalucía o Madrid, en contra del criterio defendido por el PP de que gobernase la lista más votada. "Pero yo pretendo que Galicia tenga un Gobierno libre, no rehén o esclavo de intereses minoritarios", se alejó de sus socios en otras autonomías.

Ayer Feijóo reprochó a Vox su desidia respecto a los problemas gallegos, pues ninguno de sus miembros acudió a las reuniones telemáticas que mantuvo con dirigentes de PP, PSdeG, En Común, BNG, En Marea y Ciudadanos. "Si a Vox no le interesó Galicia durante la pandemia, no creo que tenga mucho interés en Galicia superada la pandemia. Si durante la pandemia Vox no vino a una reunión ni nos ha concretado quién es su representante o portavoz, creo que los gallegos se merecen mucho más respeto", espetó el presidente de la Xunta en su primera rueda de prensa presencial desde el inicio del estado de alarma.

Feijóo también aprovechó el pacto entre PSOE, Unidas Podemos y Bildu para derogar la reforma laboral de forma inmediata, matizado luego por los socialistas, para criticar al Gobierno por realizar ese "disparate". Por otro lado, evitó concretar qué tipo de campaña realizará si no hay acuerdo para reducir a una semana su duración.