La excepcionalidad en plena pandemia del coronavirus ya no solo se manifiesta en lo terrenal, sino que también se ha adueñado del subsuelo. El municipio de Frades registró ayer el terremoto de mayor magnitud vivido en la provincia de A Coruña en los últimos 16 años. Su envergadura hizo que incluso se percibiese en Lugo, a más de 70 kilómetros del núcleo principal. También fue el más potente de este año en Galicia.
Habría que remontarse al 2 de abril del 2004 para observar un seísmo de magnitud 3 en la escala de Richter en A Coruña, el mismo nivel que conllevó el movimiento terrestre de este sábado en Frades, originado a las 1.58 horas de la madrugada. Su intensidad, sin embargo, no fue tan enérgica, se quedó en el nivel II en las zonas próximas al epicentro y se rebajó a I en las áreas lucenses hasta las que peregrinó, según los datos aportados por el Instituto Geográfico Nacional (IGN).
Este terremoto también entra en el podio anual: ha sido el de mayor magnitud de todo el 2020 habiendo que retroceder al pasado 21 de diciembre para atisbar uno por encima: en San Amaro (Ourense), de 3.1.
Hasta 28 puntos, principalmente dentro del concello de Frades, reportaron al IGN haber sentido alguna oscilación, sobre todo a partir de las 14 horas desde el inicio del seísmo. Entre estos -amén de Frades-, O Pino, Ordes, Trazo, Oroso, Betanzos, Cesuras, Tordoia, Carral, A Baña e incluso Santiago de Compostela dentro de los límites coruñeses. En todos ellos se indicó una intensidad mayor (II) que la que se observó en los otros dos lugares a los que llegaron los temblores (I), en la provincia de Lugo: A Gándara y Outeiro de Rei.
Precisamente en Ordes se dio cuenta también ayer de otro epicentro, de magnitud 1.9 e intensidad II. Lo cierto es que la tierra experimenta actividad de forma continua. Sin ir más lejos, aparte de los dos relatados, hoy mismo se ha indicado uno nuevo en Sober (Lugo), de 1.6.
Frades había experimentado esta sensación en tales dimensiones en solo una ocasión más desde que existen registros. Fue el pasado 13 de octubre del 2019, cuando se presentó un terremoto de 2.5.
El mayor examinado en A Coruña se vivió el 9 de agosto de hace 24 años: de 3.5 e intensidad III, captado en Ordes.
A partir exactamente de 3.5, comenzaría la preocupación, ya que sí se sentiría un terremoto como tal, una sensación semejante al estallido de una mina, sin llegar a provocar daños, sino únicamente un fuerte movimiento. Por debajo de ese listón, se pueden llegar a notar manifestaciones más leves. Con todo, sería más allá de 6.1 cuando la población estaría en verdadero riesgo, una cifra jamás alcanzada en Galicia.
¿Cuándo fue y qué pasó en el mayor terremoto de Galicia?
¿Cuándo fue y qué pasó en el mayor terremoto de Galicia?
El 22 de mayo de 1977 sí se vivió en efecto el miedo en Galicia. Un seísmo sin parangón de magnitud 5.1 se erigió como el mayor de la comunidad para azotar por completo el municipio de Triacastela, en Lugo, epicentro del triángulo sísmico gallego.
Consigo dejó leves daños materiales, la caída de una casa en construcción en Becerreá y la de una fachada, principalmente, pero también se cobró la vida de un hombre de 40 años natural de Sarria. La víctima murió debido a un infarto de miocardio en medio de un descampado al que había acudido con otros vecinos para librarse de las posibles consecuencias del anunciado terremoto.
¿Qué es la magnitud y qué la intensidad?
¿Qué es la magnitud y qué la intensidad?
La intensidad de un terremoto marca los efectos que ha tenido sobre las personas, objetos y edificios, mientras que la magnitud se refiere a la energía liberada consecuente del área de ruptura de la falla. Por esto, lo que a cualquier ciudadano le podría preocupar en mayor medida sería el primero de los parámetros.
Generalmente, se constata que no hay una relación directa que indique que a más magnitud, más intensidad, aunque es verdad que si la magnitud es muy elevada, la intensidad suele serlo también.
