Galicia irá a las urnas en julio, tal y como defiende el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, pero con el rechazo de la oposición que lo acusa de actuar de "forma unilateral" y anteponer su "agenda oculta" a la salud de los gallegos. "Es una temeridad", claman. En el transcurso de una reunión presencial que se prolongó durante dos horas y media, el jefe del Ejecutivo gallego esgrimió cuatro informes sanitarios y uno de carácter jurídico que avalan la celebración de comicios en julio. "Es el momento más seguro para votar", defendió. Eso sí, no puso sobre la mesa ningún domingo concreto, al igual que su homólogo vasco que también se reservó la fecha de las elecciones en el País Vasco tras citarse con el resto de fuerzas políticas.
La intención de Feijóo es que ambas citas coincidan de nuevo. Tras escuchar a la oposición, el presidente de la Xunta, que tiene potestad exclusiva para convocar, asegura que tomará "la decisión más responsable". Los informes de los expertos sanitarios aconsejan celebrar las elecciones en la primera quincena de julio, lo que limita las opciones al domingo día 12, puesto que ya no quedaría tiempo para convocar el 5 de julio -se precisa un margen de al menos 54 días-.
El portavoz del PPdeG, Pedro Puy, defiende la convocatoria electoral en la primera quincena de julio. Advirtió que la "incertidumbre" por el coronavirus se mantendrá en los próximos dos años. "Será difícil encontrar una ocasión mejor", defendió. Eso sí, se mostró de partidario, tal y como sugiere la Asesoría Xurídica de la Xunta, de que el nuevo decreto de convocatoria de elecciones incluya una cláusula de suspensión de los comicios en caso de rebrote del virus.
En su opinión, al igual que se ha modificado el decreto del estado de alarma para dar amparo legal a las elecciones autonómicas, la Xunta debería también modificar el estado de emergencia que decretó en marzo y mantenerlo hasta la celebración de los comicios. A Puy le sorprende que en Galicia el PSOE rechace elecciones en julio y, sin embargo, en el País Vasco apoye al PNV.
El líder de los socialistas gallegos, Gonzalo Caballero, cree que a Feijóo lo motiva "una agenda oculta" y que por eso "rompe" el acuerdo alcanzado con los partidos cuando se suspendieron las elecciones del 5 de abril y se acordó reactivar el proceso electoral "oídos los partidos políticos." "Ha tomado la decisión de manera unilateral", lamentó.
Los informes sanitarios y jurídicos aportados por la Xunta no ayudaron a convencer a la oposición. Caballero considera que "no son concluyentes". "Los tics autoritarios de Feijóo ponen en riesgo la salud de los gallegos", denunció.
También el portavoz de Galicia En Común, Antón Gómez-Reino, considera que los informes presentados por Feijóo son "ambiguos". Para el parlamentario de Unidas Podemos, citar a los gallegos a las urnas en menos de dos meses es "una tremenda imprudencia temeraria". En su opinión, lo que pretende el titular de la Xunta es "amañar el proceso electoral".
"No nos puede asegurar unos comicios con las garantías sanitarias y epidemiológicas necesarias", apuntó el líder de Galicia En Común.
"Ni garantías sanitarias ni democráticas", añadió la portavoz del BNG, Ana Pontón. La líder nacionalista lamenta que Feijóo ya tenga decidido la fecha de las elecciones, aunque no se la concretase durante el encuentro que mantuvieron en la Xunta. "Será la que decida el lehendakari Iñigo Urkullu", advirtió. En su opinión "es una irresponsabilidad y temeridad convocar elecciones en medio de la pandemia".
Las únicas formaciones políticas que aceptaron la convocatoria electoral en julio fueron En Marea y Ciudadanos. En Marea defiende que los comicios se lleven a cabo en el menor tiempo posible y propone el 19 de julio como la fecha "menos mala". Más tibia se mostró la líder de Ciudadanos en Galicia, Beatriz Pino, que instó al presidente autonómico a "pensar bien" la fecha electoral, porque en las circunstancias actuales "no existe una fecha ni escenario ideal para celebrar las elecciones".
