Durante esta larga cuarentena, los controles efectuados por los cuerpos de seguridad del Estado para velar por el cumplimiento de las restricciones a la movilidad de las personas ha deparado escenas de los más pintorescas y hasta cinematográficas. Entre estas últimas destaca la persecución de los agentes a un conductor que acabó con su detención y la de su acompañante en el peaje de la autopista entre Vigo y Baiona.
Los hechos ocurrieron sobre las 19.00 horas del 23 de marzo. Motoristas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil se encontraban en este momento en el kilómetro 17 de la AG-57, sentido Vigo cuando detectaron un Clío Renault de color azul con dos personas dentro. Los agentes indicaron de inmediato al conductor que parara el vehículo pero desobedeció iniciando una fuga a gran velocidad.
La huida duró hasta la primera salida de la autopista. Tras varios kilómetros de conducción temeraria, de omisiones a las órdenes de los agentes e incluso de intentos de embestida contra ellos, el vehículo fugado chocó contra los elementos de señalización y protección del peaje de Sabarís saliendo proyectado y volcando a unos 30 metros del lugar choque.
Fue aquí donde, con el apoyo de una patrulla de la Guardia Civil de Baiona, se procedió a la detención de los dos ocupantes del turismo, que resultaron ilesos. Según constataron los agentes, el conductor del vehículo fugado, de 23 años y vecino de A Ramallosa, estaba reclamado por la justicia mediante "una orden de búsqueda y detención y personación", carecía de permiso de conducción al no haberlo obtenido nunca y tenía numerosos antecedentes penales. Su acompañante, de 37 años y vecino de Gondomar, también tenía antecedentes policiales. El turismo tampoco tenía seguro, no había pasado la inspección técnica y presentaba deficiencias en sus condiciones técnicas.
