Lugo, junto con Murcia, Toledo y Zaragoza fueron seleccionadas por los científicos para analizar "a escala local" el abandono de tierras en "diferentes contextos económicos, ambientales y regionales". Estas provincias son representativas de las áreas donde se espera que el abandono agrícola sea "particularmente prominente".

En el caso de Lugo, los científicos destacan que la diversidad geográfica de la provincia, con una meseta rodeada por el río Miño y las montañas orientales, donde se intercalan bosques frondosos y áreas con vegetación natural, "debido a su clima oceánico húmedo", como una combinación fatal de factores, que conducen a la pérdida de la tierra actualmente explotada por los agricultores.

"Además hay una acumulación de factores biofísicos diseminados que podrían aumentar localmente el riesgo de abandono", recoge el estudio que señala como otro aspecto negativo la baja estabilidad y viabilidad en esta provincia para prevenir que la superficie cultivada caiga en el olvido.