La Xunta se prepara para afrontar no solo el pico de la pandemia del coronavirus SARS-Cov-2, que prevé se produzca en la comunidad a mediados de abril, cuando finaliza la prórroga del estado de alarma, sino también para la crisis económica. Para garantizar pagos a sus proveedores y la compra de material médico y de protección, ha suscrito pólizas bancarias por valor de 1.800 millones de euros.

El presidente del Ejecutivo autonómico, Alberto Núñez Feijóo, informó este mediodía de la nueva batería de medidas contra la emergencia que amenaza con colapsar los servicios sanitarios y la economía, algunas de las cuales avanzó ayer en la diputación permanente del Parlamento.

Pese a defender la necesidad de estas decisiones, Feijóo insistió de nuevo en la urgente necesidad de test que permitan diagnosticar qué personas padecen la enfermedad Covid-19, que con datos de ayer afecta a 2.212 gallegos. Las muertes se elevaron hoy a 45.

"Los test rápidos no me constan que lleguen", respondió el dirigente a preguntas de la prensa en medio de la polémica sobre las pruebas compradas por el Ministerio de Sanidad a una empresa china que ofrecen errores. Feijóo concretó que no han recibido pruebas "de pinchazo", aunque sí están llegando a Galicia otro tipo que dispositivos que permiten realizar exámenes en combinación con otro material sanitario. Eso sí, concretó la procedencia. "Estos no nos están llegando a través del ministerio [de Sanidad], sino de laboratorios con los que tenemos una relación contractual desde siempre", aclaró.

En el terreno de actuaciones, la Xunta crea una comisión para coordinar la fabricación de material sanitario y parasanitario por parte de empresas gallegas dedicadas a otras tareas. Ya han recibido 40 propuestas de firmas que quieren reorientar su actividad a esa función.

El Ejecutivo también suspenderá hasta que cese la emergencia actual contratos de servicios no esenciales por parte de concesionarias, aunque no concretó cuánto dinero dejará de abonar por esta cuestión ni a cuántas firmas o autónomos afectará.

Para mitigar los efectos económicos sobre el tejido productivo y social, la Xunta suspenderá el pago de los impuestos de Sucesiones, Transmisiones Patrimoniales, Actos Jurídicos Documentos y del sector del juego, que suponen alrededor de 35 millones de euros mensuales.

También destinará 30 millones a una línea de ayudas para cubrir íntegramente los intereses de los créditos que soliciten empresas para combatir el varapalo de la crisis. Abonará hasta 9.000 euros de intereses para préstamos máximos de 200.000 euros que deberán saldarse en cuatro años, con uno de carencia.

En el terreno social, la Xunta suspende el cobro de los alquileres de viviendas protegidas y locales comerciales propiedad del Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS), medida que beneficiará, cifró Feijóo, a 3.500 familias y 42 negocios. Las arcas autonómicas dejarán de ingresar 300.000 mensuales. Además, se hará cargo del 100% del alquiler de los beneficiarios del bono alugueiro.

En cuanto al ámbito educativo, la Xunta mantendrá las ayudas para los comedores escolares a 45.000 alumnos de la enseñanza obligatoria y a 6.877 de las escuelas infantiles. Recibirán entre 1,5 y 2,5 euros diarios.

Para favorecer la actividad lectiva -suspendida en Galicia desde el pasado día 16-, el Ejecutivo adquirirá mil ordenadores para distribuir entre las familias con menos recursos, elevando a 28.000 los dispositivos entregados a este colectivo.

Pondrá en marcha una plataforma de videoconferencias que podrán usar 33.000 docentes para impartir clases en tiempo real y ampliará el acceso a contenidos lectivos digitales.

Sobre la finalización del curso escolar, rechazó fijar una fecha concreta ante la incierta evolución de la pandemia.