Las elecciones autonómicas del 5 de abril en Galicia se abocan a un aplazamiento sin precedentes, al igual que la cita electoral de Euskadi. El culpable de esa alteración es la crisis sanitaria causada por el coronavirus, por la que el Gobierno central previsiblemente aprobará en unos minutos el Estado de alarma, lo que abriría una vía legal para posponer la llamada a las urnas. PSdeG, BNG y la candidatura de la izquierda rupturista ya solicitan la suspensión de los comicios.

El líder socialista, Gonzalo Caballero, avanzó que el aplazamiento "debe contar con todas las garantías en el ámbito legal y realizarse con consenso de todos los partidos", un cambio de postura respecto a ayer, cuando vinculó esa medida a recomendaciones sanitarias.

La nacionalista Ana Pontón cree que no se dan las garantías necesarias para el 5-A. "Es momento de sumar, de unidad y no de confrontación electoral", declara la candidata de la formación frentista, proclive al aplazamiento si no se diesen todas las garantías. El presidente de la Xunta, se pronunció ayer proclive al aplazamiento si no se diesen todas las garantías.