El adelanto de las elecciones autonómicas para el 5 de abril obligó a Ana Pontón a suspender su baja maternal y reincorporarse al ruedo de la primera línea. El ritmo de la política no perdona, ni entiende de facilidades para la conciliación. Y como muestra, este sábado la portavoz nacional del BNG y candidata del frente al 5-A dejó una imagen familiar: en la convención de los nacionalistas celebrada en Santiago, en vísperas del Día de la Mujer (8 de marzo), compareció junto a su pareja, Alberte Branco, y su hija, Icía, de apenas unos meses.

La escena tuvo algo de inédita, ya que Pontón no se deja ver acompañada en actos de partido ni por Branco ni, claro está, su bebé, nacida a finales de enero. Esta vez, sin embargo, en los pasillos del Palacio de Congresos de la capital, se les vio juntos a los tres, con la pareja de la dirigente portando a Icía.

En el acto, Pontón aseguró que Feijóo forma parte del "pasado" y se mostró convencida de que el BNG, al que las encuestas auguran un buen resultado, dará la "campanada" el 5 de abril. "Quiero decirlos que siento que el BNG va a dar la campanada, que vamos a ser la gran sorpresa el 5 de abril y que va a conseguir, por primera vez en la historia, que una mujer y nacionalista sea presidenta de la Xunta para liderar el cambio gallego", espoleó a los suyos en su intervención.

La cabeza de cartel del frente recalcó que no pensaba contestar a las "matracas" y las "realidades paralelas" del PPdeG, y prometió que el Bloque, de ser investido, "será ejemplo de buen gobierno, con impulso, ideas, soluciones y capacidad para llevarlas a cabo".