Los mayores gallegos con dependencia o con necesidad de plaza en una residencia o centro de día sufren los "desequilibrios territoriales" de la red asistencial gallega, incluyendo la oferta pública y la de iniciativa sociale y privada. A pesar del aumento de plazas de ambos servicios, que alcanzó un 23% entre 2014 y 2018 hasta sumar 28.058, uno de cada cinco ciudadanos que supera los 74 años -72.121 personas- vive en parroquias "donde la cobertura de ambos servicios es claramente deficiente", con una oferta de menos de 2,5 plazas por cada 100 habitantes de esa franja de edad.
El profesor de la facultad de Ciencias Económicas de la Universidade de Santiago (USC), Melchor Fernández, radiografió ayer el sistema de atención a mayores, centrándose en las plazas ofertadas en residencias y en centros de día. En el primer caso, los usuarios residen las 24 horas en esas instalaciones y en el segundo, pasan en ellos una determinada cifra de horas diaria, en función del grado de dependencia que presentan.
Este incidió en los "desequilibrios territoriales" existentes en la comunidad, que obligan a reformular el servicio "priorizando la ayuda a domicilio", adecuada "sobre todo en las zonas rurales de baja densidad y alta dispersión", frente a la atención en centros, que suponen un "coste medio significativamente superior", añadiendo el transporte, a la ayuda a domiciliaria y la prestación económica a cuidadores familiares.
Sector privado
En este punto, alertó de que, aunque el porcentaje de dependientes aumentará en amplias zonas de Galicia, la cifra total de los mismos descenderá por la pérdida poblacional, "lo que puede provocar paradójicamente un exceso de oferta" en la oferta residencial. Señala puntos del interior de Ourense y Lugo que padecen ya esta situación,
Durante su intervención en la jornada Galicia 2040: el reto demográfico, organizada por el Foro Económico de Galicia, Fernández abogó por primar los "servicios sociales de proximidad", que eviten la salida de los mayores de sus domicilios y palían el éxodo del rural, pues "la falta de estos servicios específicos constituye una de las causas objetivas de salida de población del medio rural".
La oferta de plazas creció en Galicia entre 2012 y 2018. En las ofertadas por residencias de iniciativa social y privada se pasó de 16.669 a 19.128, mientras que el ámbito público la evolución fue de 601 a 1.008.
En el caso de los centros de día, la administración sigue por detrás. Sus plazas aumentaron de 2.505 a 3.556, mientras que las privadas lo hicieron de 3.596 a 5.374. La financiación privada de estos servicios es veinte puntos superior en Galicia respecto a la media estatal: 60% frente a 40%, según las cifras expuestas por Fernández en su ponencia, titulada Efectos de la evolución de la población sobre las infraestructuras y la prestación de servicios del Estado del Bienestar. El caso de Galicia, aludiendo como fuente al Rexistro Único de Entidades Prestadoras de Servizos Sociais.
