El empresario que fue asaltado en su vivienda de Renza (Vilagarcía) por unos encapuchados ya está de vuelta en casa. Tras recibir asistencia sanitaria en el Hospital do Salnés a consecuencia de la paliza que le dieron los atracadores, pudo recibir pronto el alta y ya se encuentra con su familia, intentándose reponer de semejante trance. "Fue la primera vez que nos ocurrió algo así y espero que sea la última", suspira.

Según su relato, eran las dos y pico de la madrugada del lunes cuando dos encapuchados lo levantaron de la cama a punta de pistola. Otros dos ya tenían retenida a su hija de 14 años, que dormía en la habitación de al lado cuando los asaltantes irrumpieron en la vivienda. "Ataron a mi mujer y a la niña, y a mí me llevaron para abajo", cuenta el empresario.

Y ahí empezaron los golpes y las amenazas, que se prolongaron durante casi dos agónicas horas. Los ladrones buscaban dinero y joyas. "Por mucho que les diera, todo les parecía poco y acabaron llevándose todo lo que había", cuenta la víctima. "Hasta se llevaron el dinero de la comunión de la niña", lamenta.

Para extorsionar al empresario y lograr que claudicase, los encapuchados "hacían chillar a mi hija en la otra habitación, cogieron un cuchillo carnicero que teníamos en casa (porque nosotros somos carniceros) y amenazaban con cortarle los dedos, me decían que no la iba a ver más, que la iban a matar, ... Fue horrible", recuerda el hombre de 55 años, con negocios de carnicería y una ganadería caballar.

No oculta que durante este desagradable episodio temió por su vida. "Cuando te están apuntando con una pistola en la cabeza no sabes cómo va a reaccionar esa persona", relata.

El empresario desconoce cuánto dinero le sustrajeron exactamente, pero confiesa que fueron varios miles de euros. "Una persona de negocios tiene que tener dinero en casa", justifica.

Con respecto a las distintas hipótesis sobre las que trabaja la Policía Nacional, la víctima niega de forma tajante que el asalto pudiese responder a un posible ajuste de cuentas: "Que no se confundan los términos; no hay nada de eso", asegura.

Los agentes estuvieron en el chalé de Renza tomando huellas y el propietario espera que la investigación dé sus frutos para identificar a los asaltantes. Fuentes policiales señalan que por el momento no hay novedades y que las pesquisas continúan su curso.

En cuanto al sistema de seguridad de la vivienda, el dueño indica que solamente dispone de un videoportero. No hay cámaras de videovigilancia y la alarma "no funciona".