La reforma legislativa aprobada ayer por el Consejo de Ministros da respuesta a una de las demandas planteadas desde Galicia: dar facilidades fiscales a los jóvenes agricultores que perciban ayudas para incorporarse al cambio. La norma permitirá tributar por estas subvenciones de forma fraccionada en cuatro años.

Las ayudas económicas para incentivar la incorporación de nuevos agricultores al campo eran consideradas por el Gobierno como subvenciones corrientes y, por lo tanto, debían incluirse íntegramente en la declaración del IRPF de ese año, un tratamiento fiscal poco ventajoso que frenaba a muchos jóvenes a dar el paso.

En la nueva ley impulsada por el Gobierno se adaptará la normativa del IRPF para que los jóvenes agricultores tributen por estas ayudas repartido en cuatro años.