El campo gallego salió ayer a la calle en su primera movilización tras el estallido del sector agrario en España por unos precios justos. Sin el habitual acompañamiento de sus tractores, que sacarán al asfalto si vienen "tiempos peores", y con la música improvisada de guadañas, sachos, cavadoiros y bombos, los trescientos agricultores y ganaderos que acudieron a la protesta convocada por Unións Agrarias (UUAA) ante la Delegación del Gobierno en Galicia con sede en A Coruña sumaron el acento gallego al grito de auxilio que se oye en otras comunidades autónomas.

En Galicia también se reclaman precios justos, porque si se paga por debajo de lo que cuesta producir debe ser tipificado como delito. Es la demanda de Roberto García, secretario xeral de UUAA, que se hizo eco de las reclamaciones del sector, entre otras, la creación de una mesa de ganadería en Madrid que atienda las necesidades específicas de los productores gallegos. Desde la organización agraria advierten de que es un buen momento para aprovechar el viento de popa de un Gobierno central dispuesto a negociar y replicar una mesa de negociación de ámbito autonómico.

Agricultores y ganaderos sostienen que ahora toca legislar y que la Xunta también debe hacerlo para garantizar la supervivencia del sector. Una de las primeras medidas que debería tomar, ejemplificó UUAA, podría ser la creación de un "observatorio de precios en Galicia".

"En la renta de un agricultor y de un ganadero, son muy importantes los costes de producción", reiteró García. En el caso del sector agrícola, el problema es de márgenes comerciales; "lo que paga el consumidor se reparte a lo largo de la cadena de manera desigual, con intermediarios que cobran tres o cuatro veces lo que se paga al agricultor", añadió el representante sindical.

En el sector ganadero, el problema se centra "en el uso de la leche y del pollo como productos de reclamo" en las superficies comerciales. "Echamos en falta una mesa ganadera en Madrid", solicitó, para acabar con esas prácticas. En la misma línea que el campo andaluz, extremeño, o manchego, denuncia que distribuidores e industria incumplen el código de buenas prácticas por lo que insiste en la sanción: "Pagar por debajo de lo que cuesta el producto tiene que ser ilegal".

Los agricultores defienden que en las negociaciones se atienda a las particularidades gallegas. "Producir un kilo de uva en la Ribeira Sacra es distinto a hacerlo en la Mancha" o "producir un kilo de carne en la montaña tampoco cuesta lo mismo que en un cebadero catalán", detalla García.

En su defensa de un entramado comercial más justo, urgen una respuesta "urgente" y ha dado de margen 10 o 15 días para tener "un real decreto que obligue a la industria y distribución a cumplir" y así evitar ventas a pérdidas.

Durante la concentración, varios representantes de Unións Agrarias se reunieron con el delegado del Gobierno, Javier Losada, a quien arrancaron el compromiso de poner sobre la mesa, ante el Ejecutivo de Pedro Sánchez, las necesidades del campo gallego: "Ya lo están, pero van a tener más datos que me han aportado para que la leche, los derivados lácteos y aquello que necesita el ganadero, como forrajes o tierras de cultivo para que ese forraje sea más barato, se pueda hacer".