El portavoz de En Marea, Luís Villares, ha anunciado esta mañana que no concurrirá a las elecciones primarias de su partido para elegir candidato a la presidencia de la Xunta y, por lo tanto, da un paso atrás en la primera línea política.

Después de que el proyecto que él lideraba consiguiese en 2016 ser la fuerza de la izquierda más votada, una legislatura más tarde ha decidido dar un paso atrás acreditando, ha dicho, visiblemente emocionado e incluso por momentos lloroso, que él vino "a hacer política y no a ser político. No vine a perpetuarme en ningún puesto".

En una rueda de prensa llena de críticas a las cúpulas de Podemos, Anova y Esquerda Unida ha confesado que durante estos cuatro años al frente de En Marea sintió que la llamada con la que los dirigentes de esos partidos recurrieron a él para representar el proyecto de unidad popular en el verano de 2016 fue "una trampa" porque resultó, a su entender, una "excusa" para que "los de siempre pudiesen hacer lo de siempre".

Luís Villares regresará ahora a su puesto como magistrado en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), cargo que abandonó en 2016 para ser candidato del partido instrumental a la Presidencia de la Xunta.

Cuatro años después y en pleno debate de cómo concurrirá a las elecciones el espacio político antes agrupado en torno a En Marea, Villares ha informado de que no presentará candidatura al proceso de primarias de su organización, que todavía no ha definido si estará en la cita con las urnas del próximo 5 de abril.

Arropado por los miembros de la dirección de En Marea y visiblemente emocionado, el magistrado en excedencia ha hecho un llamamiento a que exista una candidatura unitaria del espacio político, al tiempo que ha aprovechado para cargar contra las "cúpulas" de Podemos, EU y Anova, a las que culpa de haber antepuesto sus intereses a los de la ciudadanía.