En 2016 la varicela registró récords en Galicia, con unas cifras de contagio similares a las recogidas a principios del siglo XXI. Entonces el Sergas relacionó el aumento de la incidencia observado respecto a ejercicios previos con la "retirada de la vacuna de la varicela de las farmacias", desde septiembre de 2013, que implicó que algunos padres buscaran fuera del país la vacuna. Pero la inyección de la varicela, que hasta ese 2016 solo se financiaba desde el sistema público en niños de 12 años que no habían pasado la enfermedad, volvió a las boticas y además se generalizó en el calendario infantil para todos los bebés nacidos a partir de 2015 conforme vayan cumpliendo 15 meses. Es al "impacto" de esta vacuna a donde mira Sanidade para explicar por qué se redujo la incidencia en años posteriores. En 2019, además, se alcanzó la cifra más baja de infectados en la comunidad.
En total, según el informe de seguimiento de la dolencia del Sergas, desde principios de 2019 hasta el 29 de diciembre de ese año se contabilizaron 3.469 casos en la comunidad, menos de diez al día de media, una cifra un 42 por ciento inferior a los 6.027 de 2018 y, de forma paralela, a los 6.977 de 2017. Y estos dos años ya suponían un recorte a la mitad de los notificados en ese 2016 de récord, con casi cuarenta contagios diarios de media.
Desde el departamento que dirige Jesús Vázquez Almuiña señalan que, hasta 2004, la incidencia de la enfermedad mostraba ciclos bianuales con una ligera tendencia al descenso. Desde entonces, hasta 2011, la enfermedad fue a la baja debido "probablemente", señala, al uso infantil de la vacuna -entonces por parte de aquellos padres que la compraban cuando querían ponérsela a sus hijos antes de los 12 años que marcaba el calendario-, mientras que en 2014-2016 creen que el aumento "puede indicar el efecto de la retirada de la vacuna de las farmacias". A partir del 1 de abril de 2016 se implantó la vacuna de la varicela en bebés, cuya "efectividad directa", señalan, era a finales de ese año del 90%. "En consonancia", señalan, la incidencia descendió en los dos años siguientes "alterando" además el "ciclo bianual" de la dolencia.
Cuando el Sergas analizó al detalle los datos a la baja de 2018 "apuntó" al "impacto" de la implantación de la vacunación infantil. Aunque aún no se ha publicado el análisis de 2019, en el del año anterior se constató que la mayor intensidad en la caída de la incidencia se produjo en los niños de 0 a 4 años, donde se hallan los "destinatarios" de la inyección, pero también en grupos que "presumiblemente tienen mayor contacto" con estos niños, es decir, sus papás.
El Sergas señala en su último informe que "a medida que pasen los años, se percibirá un descenso de las tasas" de la dolencia "en las edades de los que podrían estar vacunados respecto a lo que fueron años previos" y prevé que ese "descenso", "año a año", se vaya "extendiendo hacia edades superiores".
Pero incluso con esa incidencia a la baja, hay diferencias. En el área de Vigo se da la cifra de casos por cien mil habitantes más alta: en 2019 fueron 156, frente a los 128 de media en toda la comunidad y los 83 en Lugo, donde se registró la más baja.
