Galicia mira a Alberto Núñez Feijóo con expectación creciente para conocer la fecha de las elecciones autonómicas, pero el presidente de la Xunta mantiene su negativa a desvelar su decisión, a pesar del anuncio de adelanto en Cataluña y de las especulaciones sobre una decisión similar en Euskadi, donde se ha barajado la fecha del 5 de abril. Sin descartar ningún escenario, Feijóo defendió que se mantiene centrado en gobernar. "Hay una oposición que está en campaña, un Gobierno central que ejercer de oposición contra la Xunta y nosotros tratamos de apartar a la Xunta de este clima preelectoral que se está viviendo en algunas comunidades", respondió a la prensa tras la reunión del Consello.

En las dos últimas elecciones -2012 y 2016- Galicia compartió fecha con el País Vasco y ello alimenta la incertidumbre ante el debate sobre el adelanto abierto en esta comunidad, si bien Feijóo ha reiterado siempre su intención de agotar la legislatura -a finales de septiembre u octubre-. Ayer echó balones fuera cuando se le preguntó si descartaba la fecha del 5 de abril. "¿Cómo voy a sopesar una fecha que se inventa o que ayer fue descartada?", replicó en alusión al lehendakari Íñigo Urkullu. "Nosotros no nos movemos por interpretaciones", añadió.

Como en 2016, Feijóo concentra el foco mediático por dos motivos El primero, su indelegable potestad de fijar la fecha electoral. El segundo, por el misterio acerca de si repetirá como candidato. Ayer descartó relación entre ambas cuestiones, lo que abre el abanico de posibilidades, a pesar de sus mensajes considerando la estabilidad política como un valor de Galicia, única autonomía con gobierno de mayoría absoluta. Feijóo recordó que prometió revelar su futuro personal antes de abril y lo cumplirá, anunciando si repite como candidato "en la misma fecha en que tenía previsto hacerlo con independencia de cualquier circunstancia electoral o convocatoria".

En el PP confían en que repita su líder, que tendrá en cuenta varios factores a la hora de fijar la fecha de los comicios. El contexto estará marcado por la evolución del Gobierno central, la coalición PSOE-Unidas Podemos, al que ha convertido en enemigo enarbolando la bandera de la aldraxe a cuenta de los fondos pendientes del IVA o del retraso en la puesta en funcionamiento del AVE Madrid-Galicia.

A su favor cuenta la división de la alternativa ante la desintegración de En Marea en dos o tres listas diferentes. Un adelanto pillaría con el pie cambiado a este espacio.

PSdeG y BNG cuentan ya con cabezas de cartel. Se trata de Gonzalo Caballero y Ana Pontón, respectivamente, esta última de baja por maternidad en la actualidad. El Bloque dejó claro ayer que se encuentra listo para cualquier escenario. "Estamos preparadas absolutamente para cuando se convoquen, sean cuando sean, iremos a por todas", aseguró ayer la vicecoordinadora de Comunicación de su ejecutiva, Olalla Rodil. El BNG ha activado ya grupos de trabajo al margen de su militancia para elaborar su programa electoral.

En primavera

El Gobierno central, por su parte, reaccionó a las críticas de Feijóo. El delegado en Galicia de la administración central, Javier Losada, ironizó con esos ataques. "Estamos en un final de ciclo y está generando un grado de excesiva hiperventilación", diagnosticó sobre Feijóo tras asegurar el compromiso del Ejecutivo con el Xacobeo 2021.

"Está la gente un poco hiperventilada. ¿Sabe lo que hay que hacer cuando uno está hiperventilado? Soplar en una bolsa para que baje el CO2 a su nivel adecuado, porque uno de los problemas que hay cuando uno está hiperventilado es que el CO2 baja mucho, baja mucho, se rechume el cerebro y no se piensa bien", dijo antes de barajar como fecha electoral la primavera.