"¡Qué jeta, qué morro y qué cara!". De esa forma criticó hoy el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, la negativa del Gobierno central a abonarle los 198 millones de euros pendientes de IVA de 2017, alegando que el plazo para pagarla expiró. A esa deuda, Galicia añade otros 170 millones de incentivos por disciplina fiscal y prepara su estrategia legal para reclamarlos.

"¿Qué vamos a hacer? No se preocupe, lo haremos [público] cuando tengamos la decisión hilvanada y argumentado. Ese dinero es nuestro y no vamos a mirar para otro lado ni a reír gracietas", respondió Feijóo sobre si la Xunta recurriría a la justicia la negativa al abono de esas cantidades, insinuando que la Asesoría Xurírica autonómica prepara su recurso.

Feijóo dio ayer 24 horas al Gobierno para aclarar cómo pagar ese dinero antes de mover ficha después de que la portavoz del Ejecutivo y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, alegase que el plazo para su abono había expirado.

La propia Montero había prometido en agosto de 2018 pagar a las autonomías los 2.500 millones en manos del Ejecutivo por un cambio en el sistema contable aprobado por el anterior Gobierno del PP, pero luego lo vinculó a los presupuestos generales del año pasado. Tumbados estos, alega que el IVA retenido no puede pagarse.

Feijóo se mostró molesto con la decisión y denunció diferente trato a las comunidades "leales" como Galicia frente a las "desleales" como Cataluña.

"El Gobierno debería pagar sus facturas a las comunidades a las que nos debe dinero y no pagar facturas a los independentistas a los que no debemos nada", criticó en alusión al análisis por parte de Moncloa de una reforma del Código Penal para rebajar penas por delitos de sedición como los que cometieron líderes del procésese como Oriol Junqueras.