Feijóo salió ayer al paso de las críticas del Consello Económico e Social (CES) a la ley de impuso demográfico, el primer texto legal en España para combatir la despoblación. El órgano consultivo consideró el proyecto "una mera declaración de intenciones", echando en falta presupuesto, medidas específicas para fijar población en el rural y garantizar servicios básicos en zonas despobladas. El presidente de la Xunta matizó que la ley fijará una orientación que obligará los respectivos gobiernos a gastar. "Lo importante es que esta ley sea un marco que obligue a operar y que ese marco se desarrolle con acciones concretas y presupuestadas en los momentos oportunos", declaró.

Feijóo agradeció el tono "crítico" del CES y alegó que la memoria económica de la ley contempla un gasto de 120 millones de euros en cuatro años. "En la ley no va que todas las familias con más de un hijo tendrán gratis las escuelas infantiles", ejemplificó tras adelantar que "la inmensa mayoría de recomendaciones [del CES] serán incorporadas".

También reconoció que la Consellería de Sanidade planea reabrir de forma inminente el paritorio del hospital de Verín, cerrado en diciembre. Confirmó "contactos avanzados" con una pediatra para incorporarla al centro. "Espero que en los próximos días nos den buenas noticias. Soy optimista y creo que podrá abrir el paritorio. Si es la semana que viene, la semana que viene", añadió.

La Xunta alegó para justificar el cierre de ese servicio y de las urgencias pediátricas que los 60 partos anuales en Verín eran insuficientes para mantener la seguridad de madres y bebés y que carecía de pediatra. Después, aseguró que buscarían profesionales para reabrir el servicio tras las críticas de vecinos e incluso del propio PP ourensano.

Precisamente, el PP votó ayer en contra de una propuesta en el Parlamento del BNG que pedía la reapertura del paritorio y de las urgencias pediátricas. Alegó que este no aceptó condicionar la medida a garantizar las "condiciones de seguridad" en el parto.

Feijóo también lanzó dos dardos al Gobierno central. En primer lugar, a su delegado en Galicia, Javier Losada, a cuya petición de abandonar el enfrentamiento con Moncloa replicó con desdén. "Tomo nota de lo que me digan los ministros y el presidente. Si le hago caso a lo que me dicen los subsecretarios de Estado... No me parece razonable atender a todos", replicó tras declarar que es necesario un "desplegable" para conocer a los 22 ministros y sus equipos.

También se refirió al pacto del PSOE con Compromís en la investidura sobre la financiación autonómica, que no establece primacía de la dispersión y el envejecimiento como criterios de reparto. "Los socios del Gobierno en Madrid deben preocupar a Galicia, no tienen visión global", acusó.